El tiempo traspasado de Lewis Carroll
El tiempo traspasado - René Magritte
Usted estará apesadumbrada, sorprendida, y desconcertada, al
oír la extraña enfermedad que tengo desde que usted se fuera. Mandé buscar al
doctor, y dije, "Deme alguna medicina porque me siento cansado". Él
dijo, "¡Estupideces sin sentido! Usted no necesita la medicina: ¡vaya a la
cama!"
Dije, "No; no es la clase de cansancio que pide la cama.
Mi rostro trasunta cansancio." Él se veía con expresión grave, y dijo,
"Oh, es su nariz la que está cansada: una persona habla a menudo demasiado
cuando piensa que tiene todo claro." Dije, "No, no es la nariz.
Quizás sea el pelo." Entonces él se vio algo serio, y dijo, "Ahora sí
entiendo: usted estuvo peinando el pianoforte."
"No –dije-, de hecho no lo he hecho, y no es
exactamente el pelo: más bien sobre la nariz y el mentón." Entonces él
serio durante largo rato, y dijo, "¿Ha estado usted caminando mucho con la
barbilla?. Dije, "No." "Bien!" dijo él, "esto me
desconcierta mucho.
“¿Usted cree que el problema estará en los labios?"
preguntó.
“Por supuesto” dije. "¿Qué es exactamente?"
Entonces el se vio muy serio, por cierto, y dijo, “Yo creo
que ha estado dando demasiados besos...”
"Bueno" dije, "Le di un beso a un niña, una
pequeña amiga mía."
"Piense otra vez, " dijo él, "¿está seguro de
que haya sido solo uno?"
Pensé otra vez, y dije, “puede que hayan sido once veces”.
Entonces el doctor dijo: “Usted no debe darle ni uno más
hasta que sus labios se hayan recuperado”.
“Pero ¿cómo hago?” le dije “ ¡le debo ciento ochenta y dos
besos más!
Entonces se vio tan serio que las lágrimas corrían por sus
mejillas, y me dijo “Mándeselos en una caja”.
Entonces recordé una pequeña caja que compré una vez en
Dover, pensando que podría regalarla alguna vez a alguna niña u otra persona.
Así que los empaqué bien cuidadosamente. Dígame si le llegan bien o si alguno
se pierde en el camino.
Carta de Lewis Carroll a Gertrude Chataway
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