Melingo y la alquimia desalambradora, por María Negro


























Daniel Melingo es uno de los músicos multiinstrumentistas más importante de esta época. Su extenso recorrido artístico lo incluye como músico de Milton Nascimento, Charly García, Los abuelos de la nada y Los Twist.

Prolífico, comienza luego como solista el camino de un verdadero desalambrador de ritmos. Melingo transforma en compases y armonías su búsqueda de identidad personal, utilizando al instrumento como timbre de esa búsqueda.

Ni tango, ni chansoniere, ni rock; y todos ellos a la vez van componiendo formas nuevas para describir el contenido. La belleza entonces encuentra sonoridad oriental, afinación occidental, y una voz nacida desde la intimidad del ser mismo.

La voz oscura de Melingo se revela balsámica. Rompe el silencio, se va pariendo desde el comienzo de un tiempo. Un tiempo que no se mide en corcheas y semifusas, un tiempo que recorre el camino de una vida con la sabiduría del sobreviviente de todos los barrios.

Por otro lado, este muchacho capaz de domesticar escalas en todos los continentes convierte sus presentaciones en una performance con su sola presencia. Ahí, en el escenario, en ese sagrado espacio de ritualidad, Melingo se desplaza con la soltura de un niño que conoce el espacio de juego. Busca la mirada de su público con profundidad, cómplices suyos y, a la vez, espectadores de su entrega completa; juega entre la exquisitez y la melancolía, entre el dolor y el deseo.
La vida misma se queda desnuda debajo de la voz de Melingo.
Y que contenta se la escucha de su desnudez…

“Anda”, su nuevo disco lanzado en 2016, propone una continuidad con su disco anterior “Linyera” (2014), personaje que ha sido un punto de inflexión en su carrera. Todos, con un poco de suerte, caminaremos por elección alguna vez el tránsito del linyera. Aquél que ha resuelto andar liviano por la vida, sin apegos materiales ni afectivos. Un asceta pensador, un Macedonio que utiliza el surrealismo como la construcción más natural del ser humano.
Allí, en el inconsciente del linyera, se gesta “Anda”, un extenso sueño producto de un rayo luego de la intervención trascendente de una gitana. La brujería, la alquimia, el sueño, el incosciente son la forma que contendrá un paseo por el ritmo, por la armonía, por la poesía…

Instrumentos venidos desde Grecia lograran una sonoridad inesperada en nuestro oído mal educado, entonces sí, el moreno altísimo de Parque Patricios hundirá sus ojos más morenos aún y abrirá su boca de pájaro para devolvernos el alma al barrio, pero vibrando en tonos desconocidos, insospechados en un tango. Otro tango. Un tango de Melingo. Un tango renacido como un acto revolucionario.

¿Para qué conformarnos con escalas impuestas? ¿Por qué expresarnos solo con herramientas conocidas? Melingo, el brujo, responde con sonrisas y experimentos. Con juegos nuevos, con chiches desconocidos. Detrás de cada nota hay un camino de búsqueda, el “linyera” despojado de límites temporales va por todo.
Y lo logra.

Este martes 24 de enero a las 21hs podrá verse en el canal Encuentro un interesante reportaje realizado por Lalo Mir para su programa “Encuentro en la cúpula” (con repetición sábado 22hs y domingo 12hs)

Luego de varios meses de “Anda” en las disquerías y un tour muy importante por Europa, las próximas presentaciones serán:

04/03: Torquato Tasso – Defensa 1575 – Bs As
06/04: La maladrerie Saint-lazare – Beauvais, Francia
07/04: Espace Velodreme – Plan les Ouates, Suiza
(Reservas: http://www.danielmelingo.com/tour-dates)


María Negro

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