Mineros, por John Berger
Hace unos días murió el gran escritor de origen inglés John Berger.
Su prosa, fuerte, segura, nace de la combinación de sus aptitudes. Berger no sólo era escritor, sino también pintor. Sus dibujos son como sus letras. Los integrantes de EDO tenemos esa misma visión del mundo y el arte: nada esta dividido.
Es el capitalismo el que escindió el trabajo manual del trabajo intelectual. Para nosotros escribir o pintar o filmar son formas de manifestación artística indistintas de la acción. Lo hacemos desde una mirada del mundo. Nosotros entendemos al arte, por nuestra evolución como grupo, desde el humor y la ironía. Berger, por su origen político, iba al nudo de otra manera, Pero estamos hermanados en una sensibilidad que nos impide comer de los vidrios molidos del que mira para otro lado. Transcribimos, por esto, a continuación un texto que Berger escribió para una exposición de pintura sobre los mineros en 1978, luego del artero ataque a los derechos de esos trabajadores, realizado por Margaret Tatcher y su pandilla. Donde dice Mineros puede leerse manteros, petroleros, desocupados, tercerizados, mapuches...
JCC
MINEROS
Cuando una causa justa es derrotada, cuando
se humilla a los valientes, cuando se trata a hombres probados en el fondo y en
la boca de los fosos como si fueran basura, cuando se aniquila la nobleza y
jueces en los tribunales aceptan mentiras y se paga a difamadores para que
calumnien con sueldos con los que podrían vivir las familias de una docena de
mineros en huelga, cuando la policía de Goliat con sus cachiporras sangrientas
no está en el banquillo de los acusados sino en el Cuadro de Honor, cuando se deshonra
nuestro pasado y se ignoran las promesas y los sacrificios con sonrisas
maliciosas, cuando familias enteras comienzan a sospechar que los poderosos no
escuchan razones ni argumentos, y no hay apelación posible, cuando de a poco se
cae en la cuenta de que no importan las palabras que figuran en el diccionario,
no importa lo que diga la reina o lo que informen los corresponsales en el
parlamento, no importa el nombre que elija el sistema para enmascarar su
desvergüenza y su egoísmo, cuando de a poco se cae en la cuenta de que Ellos
están dispuestos a destruirnos, a destruir nuestra herencia, nuestro talento,
nuestras comunidades, nuestra poesía, nuestros clubs, nuestro hogar, y si es
posible, también nuestros huesos, cuando finalmente el pueblo cae en la cuenta
de todo esto, puede que piense que ha llegado la hora del crimen y la venganza
justificada. En largas noches de insomnio, durante los últimos años en Escocia,
en Gales, del Sur, en Derbyshire y en Kent, e Yorkshire, Northumberland, y
Lancashire, muchos, en vela durante la noche, pensaron, estoy seguro, que había
llegado la hora. Y no hay nada más humano, y más tierno que la visión de los
piadosos ejecutando sumariamente a los despiadados. Esa palabra, “tierno”, tan
plena de sentido para nosotros, es incomprensible para Ellos porque Ellos,
sencillamente, no saben a qué se refiere. Esa visión comienza a recorrer el
mundo. Los héroes vengadores aparecen en los sueños y pueblan las esperanzas.
Los despiadados les temen pero yo, y tal vez tú, les damos nuestra bendición.
Yo mismo podría amparar a cualquiera de
esos héroes. Y, sin embargo, si durante ese tiempo bajo mi amparo, uno de ellos
me dijera que le gusta dibujar, o si fuese una mujer y me dijera que siempre le
ha gustado pintar pero nunca ha tenido la oportunidad o el tiempo para hacerlo,
si esto sucediera, creo que entonces diría: Si lo intentas, es posible que
consigas lo que quieres de otra forma, sin que perjudique a tus camaradas y sin
que se preste a confusión. No puedo decirte qué hace el arte y cómo lo hace,
pero sé que a menudo el arte ha juzgado a los jueces, vengado a los inocentes y
enseñado al futuro los sufrimientos del pasado para que nunca se olviden. Sé
también que en ese caso, los poderosos le temen al arte, cualquiera sea su forma,
y que esa forma de arte corre entre la gente como un rumor y una leyenda porque
encuentra un sentido que las atrocidades no encuentran, un sentido que nos une,
porque es finalmente inseparable de la justicia. El arte, cuando obra de ese
modo, se vuelve un espacio de encuentro de lo invisible, lo irreductible, lo
imperecedero, el valor y el honor.
John Berger
ESTOY DEMASIADO CONMOVIDA PARA AGREGAR UN COMENTARIO. EL CAPITALISMO ES UNO. SE PUEDEN CAMBIAR PAISES Y PERSONAJES, SON SIMPLE ACCIDENTES. SOLO PARA NOSOTROS SON SERES DE CARNE Y HUESO, CON SU HISTORIA, DESEOS, ALEGRIAS Y PENAS. PERO DE UNA COSA ESTOY SEGURA: VENCEREMOS!!!!AUNQUE EN EL CAMINO PERDAMOS COMPAÑEROS VALIOSOS COMO EN ESE CASO
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