El agua que suena en las Lógicas Vitales, por Elvira Lagos



Lógicas vitales se presenta como un libro de poesía a pesar de ser un espejo. Recorren los versos de Fabio Delgado Micán, serpenteantes caminos de un alma particular: el amor, la desidia, la batalla de los cuerpos, atalaya de almas en un continente atravesado por aquella masa de agua que no es sólo el Amazonas.

Sus zapatos, cansados de rodear la misma huella, se desvanecían en los espejos.” dice - sin saber sabiendo- como  Yupanqui, que lejos de la Colombia natal de Fabio, cantó que seguir siempre la misma ruta es agotador. Sólo separándose de lo ya transitado, se hará el camino nuevo, aunque el “santo patrón de la muerte”, señor no sólo colombiano, siga mordiendo los tobillos de los que decidieron moverse de la foto prevista.

La poesía de Fabio es provocadora, inquieta e inquietante. Mece las palabras al ritmo de la agitada prosa de su tierra, que –con voz propia- existe. Busca con delicadeza convertir en imágenes las emociones de quien escribe sentado en un país que estalla,  como una supernova donde la poesía retumba con fuerza poderosa, humana, sanadora.

El mar, la sal, las bocas, los frailejones que nos observan desde hace siglos, como los mendigos de Cartagena. Fabio busca, se pregunta, nos cuestiona, cuál es la lógica por la que nos mantenemos erguidos, valientemente erguidos. La poesía, alma cargada de futuro, dispara desde Suacha al mundo con la misma impiedad con la que el mundo es disparado. Que juzgue la historia, en todo caso: hablamos desde los refugios de la palabra, para que nos escuchen.

Que truene sobre el cielo la poesía, como la palabra que no ha naturalizado la muerte, que sigue sintiendo el misterio del amor y de la vida ante quienes “nunca han sido lo que somos tú y yo, en medio de la sala, saltando de silla en silla.”

Elvira Lagos




A   F a v o r   d e   B a b e l

Me erijo entre los pastores y la arena,
meciendo los años al azar.
Cruzo las aguas como más adelante
lo harán los profetas de mi asesino.

Llevo conmigo una tremenda empresa:
bordarle a la noche y al día
un paladar del color de la luna,
una legión de estrellas
recostadas en mi cama.

Entonces iré narrando a los granos del desierto
cada osadía de las que serán testigos
los hombres a los que confiaré la orfandad y el olvido.

Derrotado
veré arder las gargantas del río
en la soleada tarde que muere
en las otras orillas del mar.

Cada esquina cantará deforme y caprichosa
una esperanza universal
de todas las lenguas.

Así caminé en favor
de los rostros que nacen tan distintos
amaneciendo en la dicha,
eludiéndose la angustia
de verse otros.

Pero,
¿para qué?

Porque de la torre a medio hacer
quedaron las ruinas y una zozobra
de lo diversos que somos
en la ruta de otros mundos en el nuestro.

Entonces,
esto no es una torre,
no es una lengua indescifrable que se va muriendo
en la historia,
no es el color de la piel.

Es aprender
a darse cuenta que el reflejo es distinto
pero sigue siendo
ante todo
el reflejo de nosotros mismos.



S e s i ó n   d e   P e l í c u l a   P o r n o g r á F i c a   s i n   e d i t a r

A Joel Cruz Arévalo, quien me contó una historia.

El cuarto tiene ese aroma viejo
que tienen los diálogos detrás de las luces.
La radio gime la voz de un rock and roll
en el escaso aguardiente
evaporado en la garganta.

Se arrancan las carnes.
Los besos son una sesión de iras enlazadas.
Ella le escala la piel
y los labios le sangran.
Él finge que la ama,
le dice puta al oído,
miente sobre el mañana.

Sonríen,
alguno se recuesta en el entramado de las piernas
del otro,
mientras como por obligación
le va arrullando el rostro.


*Fabio Delgado Micán (Soacha – Colombia)

Estudió Ciencias Sociales en La Gran Colombia, candidato a Magister en educación de la Universidad Externado de Colombia. Ha publicado sus trabajos en una serie de revistas de poesía (Chile, Colombia, España, Argentina, México, Bolivia, Estados Unidos) . Ha sido gestor de colectivos literarios como Voces de Quimera en Bogotá y de grupos culturales como Seminaré en Soacha. Ha participado en diferentes encuentros internacionales de poesía en Colombia, Argentina, México y Bolivia. En el año 2015 publicó Asma de la Editorial Piedra de Toque y ha colaborado con la Antología de poesía latinoamericana Y sucede que no podemos callarnos de Editorial El Perro Celestial, Bolivia. 
Su libro, editado en marzo 2018 por Editorial Babilonia, Lógicas Vitales, puede conseguirse escribiendo a falco884@hotmail.com

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