Experiencia I: la persona deprimida, por Ricardo Lusso
Experiencia I: la persona deprimida
de David Foster Wallace/ dirigida por Daniel Veronese
¿Quién es la persona deprimida? Claro que poco nos importa.
Puede estar en el colectivo, en el subte apretujada a tu lado pero nunca lo
sabrás. Va al colegio, a la universidad, al trabajo, toma un café mirando a la
avenida. Ingiere todas las pastillas que le indica su psiquiatra. Está detrás de
cada pared que ves en los innumerables edificios de ciudad o detrás de la
puerta de aquella casa. O no, puede que esté tres escritorios más adelante del
tuyo en el trabajo. Perdón, ahora se usan “box”.
Y es en las cajas, un cubículo
sin ventanas que se desenvuelve y transcurre aquella vida. Está en el pupitre
de la universidad. Esa, al lado tuyo, en
la clase de cualquier materia que vayas a estudiar. Nunca te vas a enterar que
los fines de semana los pasa en un
internado viendo si puede encontrar ayuda a tanta desazón. O pide a gritos que
la ayude la “red de Contención”.
Está en ese cubículo del que no puede salir,
no puede encontrar una salida al dolor, a esos gritos del pasado, de
aquella infancia durante disputas vanas
y estériles de sus progenitores, amigos o conocidos. Nunca sale de esa
aberración, es cómo, y digo cómo porque pocas veces lo sabremos, las
sensibilidades que nos afectan y nosotros “los normales” podemos sobrellevar ¡y
cuanto!
En cambio, La Persona Deprimida no puede tocar, no puede sentir más que
su aliento, ni siquiera el latir de su corazón, porque no sabe dónde está o a cuántas
vidas pasadas lo dejaron olvidado.
La Persona Deprimida pega alaridos sordos
pidiendo ayuda pero nadie oye al otro
lado del auricular. Ni siquiera a través del otro lado del vidrio de la ventana
que jamás podrá abrir. Luchará, pero pocas veces podrá sentir el aire fresco que
entra en una mañana primavera.
Nadie puede ver o saber o quiere saber quién es esa persona.
Ya no preocupa a nadie. Porque vas a tu trabajo, estudias, bailas y no te
preocupa saber quién es esa persona.
María Onetto interpreta de una forma magistral al personaje
que nos lanzará a conocer a La Persona Deprimida. El texto, sumado a una
actuación llena de magia y despliegue sin desperdicio, pone en tensión al
público sin dejar un minuto de atrapar con cada imagen o situación. Ese
personaje te llevará dulcemente a la trampa de creer algo que no será y dejará
al público en vilo hasta el final.
La versión teatral de Daniel Veronese del texto de La
Persona Deprimida del escritor norteamericano David Foster Wallace (1962-2008)
hace que el condimento de la puesta y dirección desenvuelvan todas las
cualidades y oficio de María Onetto en escena. Y lo mejor, para deleite del
público.
Ricardo Lusso
Autor: David Foster Wallace
Versión teatral: Daniel Veronese
Dirección: Daniel Veronese
Intérprete: María Onetto
Asistente de dirección: Gonzalo Martinez
Diseño de imagen: Estudio Papier
Iluminación: Ricardo Sica
Diseño espacial: Daniel Veronese
Fotos: German Romani
Producción: t4 / Jonathan Zak&MaximeSeugé
CENTRO CULTURAL GENERAL SAN MARTIN
Sarmiento 1551 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4373-8367 Fax 4374–1251/59 int. 273/278
Web: http://www.centroculturalsanmartin.com/
Entrada: $ 250,00 / $ 200,00 - Viernes - 21:00 hs
Entrada: $ 250,00 / $ 200,00 - Sábado - 21:00 hs
Entrada: $ 250,00 / $ 200,00 - Domingo - 19:00 h
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