Tintorero, el actor y su espejo, por Enrique Morcillo

 


La obra, autoría de Iván Moschner, es un unipersonal con una peculiaridad distintiva. El protagonista es el actor César Arakaki que se interpreta a sí mismo. El teatro tiene una convención que consiste en que los actores hacen un personaje que el público acepta que no se trata del actor sino de ese personaje. En este caso esa convención tiene un “ricorsi” algo inusual: César Arakaki hace de César Arakaki. Esa complejidad le otorga a la obra un valor adicional, alguien que representa su drama y lo expone para conocimiento público.

Arakaki fue preso en diciembre de 2017 por haber participado de la movilización realizada en la Plaza de los dos Congresos contra la aprobación de la legislación previsional que dañaba la vida de los jubilados y anticipaba el tratamiento de la reforma laboral, también en carpeta, del gobierno de Macri.

La obra aborda el recuerdo de la represión y de las condiciones oprobiosas de detención, la liberación gestionada por sus abogados y el inicio de una causa que pretendía, sin fundamento alguno, la condena de Arakaki. Expresando en esa condena la voluntad del establishment de una sanción para todos aquellos que se atrevan a salir a la calle para evitar que se impongan leyes y acciones contra el pueblo.
 
Arakaki está preparando arroz para su hija mientras evoca la historia de su familia y la percepción que esa historia ha dejado en su existencia. Sus padres que padecieron la guerra y emigraron. Los bombardeos de napalm y el hambre. Las ratas como alimento que siguieron como fantasmas a su madre, que la llevó a la  depresión y otras consecuencias. Su identidad japonesa y la tintorería. La búsqueda de una vida propia, los diversos trabajos y el teatro como elección. El actor frente al espejo que le devuelve, en este caso, su propia vida.

La militancia y el amor enlazados en la evocación de la lucha de AGR contra 380 despidos, donde conoció a su compañera.  El reconocimiento de la influencia de su madre en la solidaridad con los desposeídos y la construcción de una vida dedicada al arte y las luchas sociales.

El reconocimiento que -a partir de su detención-  nunca más consiguió un trabajo como actor remunerado. La sanción de la justicia tuvo su efecto. Actualmente carga con una pena de 3 años y 4 meses de prisión efectiva que deberá considerar un tribunal de alzada.

La historia es en sí misma muy conmovedora. La actuación, los recursos técnicos de la dirección y la austeridad escenográfica cumplen con los requisitos que hacen que la obra fuera conquistando la sensibilidad del público que con un aplauso sostenido aprueba esta creación cuyo conocimiento por amplios sectores contribuirá a que la injusticia no se encarne en la condena de César Arakaki. 

Enrique Morcillo


Tintorero

Sábados de noviembre, 22.15 hs

Paraje Artesón - Palestina 919 - Caba

Dirección: Iván Moschner

Actúa: Cesar Arakaki

Escenografía: Luciana Morcillo

Entradas por Alternativa Teatral



Ph: Nicolás Bartold

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