Camille Claudel, la pasión de la búsqueda en la forma
Camille Claudel, nació en Fère-en-Tardenois, en el noreste
de Francia, pero a los 12 años se trasladó con su familia a Nogent-sur-Seine, a
una hora de París, donde conoció al escultor Alfred Boucher, su primer maestro.
En 2012, el Estado francés decidió ampliar y renovar la antigua casa de los
Claudel en Nogent-sur-Seine para convertirla en el nuevo Museo Camille Claudel
Artista feroz
El museo dedica cinco salas a su obra, desde su
extraordinaria cabeza de terracota titulada "La vieja Helena" (Vieille
femme o Vieille Hélène), esculpida cuando la artista tenía apenas 17 años,
hasta sus obras maestras: "La petite chatelaine", "El gran
vals" "La edad madura". En total se exponen más de 250 piezas,
no sólo de Camille Claudel, sino también de sus contemporáneos.
"Aquí se encuentra la colección pública más importante
de Camille Claudel. Esto nos permite presentarla dentro de la producción de su
época: ¿cuáles fueron sus fuentes de inspiración?, ¿cómo aprendió la
escultura?, ¿quiénes fueron sus maestros? Se puede entender entonces la
diferencia entre la escultura académica, que era la más numerosa en esa época y
la singular producción de Camille Claudel, que fue completamente distinta a la
de sus contemporáneos.
También se hace un paralelo entre las obras de Camille
Claudel y la de Rodin, para mostrar las influencias mutuas que hubo entre
ellos, pero también lo que los diferenció", explicó a RFI Cécile Bertran,
conservadora del Museo Camille Claudel.
Amante asfixiante
Rodin, mentor y amante de Camille Claudel no podía estar
ausente en este museo. La historia apasionada entre ellos y su trágico
desenlace ha primado y hecho olvidar el valor e importancia de la obra de
Claudel. También su audacia y vocación precoz en un universo dominado por los
hombres. Sin embargo, el valor artístico de la obra de Claudel es innegable, y
sus esculturas el reflejo de una sensibilidad y fogosidad sin parangón.
"El siglo XIX habían muy pocas mujeres artistas, y
menos aún escultoras. La escultura se asemeja al oficio de obrero, tiene un
lado muy físico y difícil, y por otro lado, la enseñanza de la escultura no
estaba abierta a las mujeres. Así que habían muy pocas y Claudel era única.
Cuando Rodin la conoció, quedó muy impresionado por la calidad de su trabajo.
Trabajaron y se influenciaron mutuamente. Claudel quiso emanciparse de Rodin en
tanto que amante e influencia artística. Y tratando de salir del 'modelo
rodiniano', logró introducir muchas innovaciones, creando esculturas en
movimiento, en desequilibrio, a veces en triángulo… Claudel también tenía una
gran maestría como modeladora y talladora. En eso también fue completamente
singular y única", dijo Anne Rivière, experta en la obra de Claudel.
Rodin no pudo anularla
Rivière insiste además que la obra de la talentosa escultora
siempre ha estado a la sombra de la de Rodin. A esto se suma el destino trágico
de Claudel. Sus familiares la encerraron en un asilo para enfermos mentales
cuando tenía 43 años. Allí vivió casi tres décadas y murió sola.
"Espero que este museo contribuya a colocar a Camille
Claudel en el lugar que le corresponde en la historia del arte. Siempre se le
ha visto como una mujer mártir, y además, entre dos hombres: Rodin, su amante y
maestro, y su hermano, el escritor Paul Claudel. Además, ella corresponde
perfectamente a la imagen del artista que se vuelve loco y en eso podríamos
compararla con Van Gogh. Pero hoy se pone de manifiesto la voluntad de
colocarla en un pedestal", agregó Rivière.
El nuevo Museo Camille Claudel abrió al público el domingo,
casualmente en el año centenario de la muerte de Auguste Rodin.
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