Revista Estrella del Oriente

  De izquierda a derecha: Pedro Roth, Federico Peralta Ramos, Pier Cantamesa, Julián Borobio Como todos los colectivos de los que participé, lo que nos juntó fue el azar y la voluntad de hacer. Lo que yo dije en una conferencia de lo que sucedía en el Café La Paz, ahora cerrado o clausurado. Las mesas indicaban los temas de lo que se estaba hablando, y este grupo empezó a reunirse por las tardes en la Galería del Este. El tema era siempre el arte. Después de la tercera reunión, empezamos a pensar en un proyecto. Todos estábamos hermanados por el tema del arte. El secreto de la colaboración era que cada uno cedía una parte de su narcisismo al grupo. La recompensa siempre es grande en estos casos, ser interlocutor y tener interlocutores, entendernos y no tener que explicar, es suficiente recompensa. La satisfacción intelectual produce resultados parecidos al sexo como decía Castoriadis, ese barrio: La manzana loca tenía pasado y presente, por ahí deambulaban poetas: Borges, el Grupo Opiú

  Es evidente que asistimos actualmente a una cierta opacidad en el debate de ideas. Una abulia recorre las explanadas del pensamiento. Parafraseando a Macedonio, faltan tantos que si falta uno más, no caben. El nivel de controversia se fija en la dosis ausente de una vacuna, rusa, para colmo. Lo más acalorado que se escucha gira alrededor de una telenovela de Netflix (Migré era divertido y hablaba de la vida, no de zombies ni de espejos de un futuro apocalíptico). Sublevándose ante la falta de espíritu crítico, el azar puso a disposición de Estrella del Oriente esta joya, protagonizada por David Viñas, que hizo que Beatriz Sarlo se pusiese de pie... para retirarse. Escuchemos a uno que no hablaba en sánscrito. David Viñas, nos ponemos de pie para abrazarlo.

  Estrella del Oriente destaca el éxito de Netflix. Está pleno de virtudes. No es necesario leer, pudiendo arrojarse a historias atrapantes, llenas de intriga, sobre asuntos nuevos, plenos de acción y reflexiones agudas, cuando no de sonrisas reparadoras. Eso es lo que ha logrado, con merito indudable, consolidar Netflix en la pandemia. Un vínculo social basado en la reflexión indirecta. La participación colectiva en un nuevo tipo de debate. Se recomiendan series, se ponderan argumentos, se escriben comentarios. Un vínculo que se está afianzando entre los distintos sectores de la sociedad. Nosotros, luego de analizarlo seriamente, nos proponemos hacer exactamente lo contrario que Netflix. Temerosos de quedar un poco homogeneizados, hemos resuelto volver a las fuentes. A la serie por capítulos. Como Eugenio Sue, como los Dumas, como Prospero Merimée con Carmen. De a poco. Lentamente. Leyendo. Sin saber lo que ocurrirá en el próximo capítulo, porque no podemos verlos todos de una sol

    Recibimos un mensaje del escritor norteamericano, Norman Mailer, preocupado por la situación de su país. Esto es lo nos transmitió: "La lucha en los Estados Unidos tal como yo la veo - la lucha primordial, si querés, la que subyace a todo lo demás-es el nivel de la inteligencia estadounidense. ¿Va a mejorar o a deteriorarse? Una democracia depende de la inteligencia de su pueblo. Con eso, no me refiero a la inteligencia literaria o incluso a la inteligencia verbal. Más bien, es la disposición a mirar de frente las preguntas difíciles y a no buscar respuestas rápidas. Podés medir la inteligencia real por esa capacidad de vivir con una pregunta difícil. Y el patriotismo engullido, sentimentalizado, y por lo tanto rebajado es una de las fuerzas individuales más poderosas para hacer proliferar la estupidez."   (…) (…) (…)   "Dicho esto considero que no estamos necesariamente encaminados al desastre, pero podemos estarlo. No conozco mucho sobre los grieg