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Mostrando entradas de septiembre, 2021

Hacé como que te importa, por Silvia Dasso

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  Miró la hora y se dijo: me quedan treinta minutos. No podía parar de leer. El texto era complejo, difícil de abordar, requería de un tiempo extra para su asimilación y, tal vez, para una nueva relectura. Se lo había recomendado su profe de filosofía, un interesante intelectual con quien mantenía una relación de profunda admiración. Casi sobre el horario de cierre del supermercado coreano agarró las bolsas, la lista de lo que tenía que comprar y la billetera. Salió con paso ligero y craneando sobre el título del libro: "Olvídese del futuro". Miró los precios; otra vez los estaban remarcando. Se puso de mal humor, las manos le transpiraban. Unas vecinas la saludaron pero ella no les contestó; necesitaba encontrar responsables a tanta inflación. Leyó la lista. No sabía cómo  hacer. Le quedaban 3000 pesos. Era todo el efectivo producto de una indemnización mal arreglada. Con cuatro hijos y separada, mucho no podía discutir. Llenó dos bolsas y se paró en la cola de la única caja

Mi Mujer de Cabellera de Fuego de Madera, por André Breton

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  Mi mujer de cabellera de fuego de madera De pensamientos de relámpagos de calor De cintura de reloj de arena Mi mujer de cintura de nutria entre los dientes del tigre Mi mujer de boca de escarapela y de ramo de estrellas de última magnitud De dientes de huellas de ratón blanco sobre la tierra blanca De lengua de ámbar y de vidrio frotadas Mi mujer de lengua de hostia apuñalada De lengua de muñeca que abre y cierra los ojos De lengua de piedra increíble Mi mujer de pestañas de palotes de escritura infantil De cejas de borde de nido de golondrina Mi mujer de sienes de pizarra de techo de invernadero Y de vaho que empaña los cristales Mi mujer de hombros de champaña Y de fuente con cabezas de delfines bajo el hielo Mi mujer de muñecas de cerillas Mi mujer de dedos de azar y de as de corazones De dedos de heno cortado Mi mujer de axilas de marta y de haya De noche de San Juan De ligustro y de nido de escalares De brazos de espuma de mar y de

Resistencia, por Pedro Roth

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  La palabra cultura para los occidentales empezó con los griegos. Es lo que nos enseñaron como cultura en la historia del arte. La cultura para los argentinos vino en los barcos, igual que para el resto de los latinoamericanos. Los nuevos dominadores destruyeron la cultura local en una “gesta civilizadora”, convencidos de que todo lo había en el lugar era una mentira que no compartía la “verdad absoluta” de la que estaban convencidos los colonizadores. Los locales no tenían alma, eran casi animales. La religión que traían estaba basada en la estadística, es probable que si acatabas esas reglas te iba a ir bien, leyes sanitarias, conductas de convivencia, no a los excesos, no a los vicios. En general esas conductas religiosas ponían un límite, todo lo que estaba afuera era pecado con sus fusibles como el carnaval por abajo o la aristocracia un grupo reducido “elegido por Dios” por arriba, que tenía autorización para practicar todos los excesos. Las excepciones se castigaban duramente,

De pie ciego y creyente, por Joyce Mansour

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  Quiero mostrarme desnuda ante tus ojos melódicos. Quiero que me veas gritar de placer. Que mis miembros doblados por un peso excesivo Te empujen a cometer actos impíos. Que los finos cabellos de mi cabeza ofrecida Se enganchen en tus uñas curvadas de furor. Que te mantengas de pie ciego y creyente Contemplando desde arriba mi cuerpo desplumado.   (De Gritos)   *   Qué falo sonará la campana El día en que dormiré bajo una manta de plomo Fundida en mi miedo Como la aceituna en su bote Hará un frio metálico y deslucido No haré más el amor en una bañera esmaltada No haré más el amor entre paréntesis Ni entre los labios javaneses de un césped de primavera Exudaré la muerte como una transpiración amorosa Rodeada acosada por las visiones de octubre Me acurrucaré en el lodo.   (De Faire signe au machiniste)   *   Mi cuerpo ha adelgazado Desde el otoño A causa de la langosta marina Que aúlla bajo mi lecho Al despuntar cada día