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Mostrando entradas de febrero, 2017

Las manos de la ciega, por Felisberto Hernández

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I Hace mucho tiempo y en una mañana de sol, conocí a Olga: tenía nueve años y era ciega. En el cordón de la vereda de su casa, y a la sombra de un paraíso, había un banco de hierro en el que ella estaba sentada. Mientras su cabeza estaba levantada, y por la posición, parecía que los ojos miraban para enfrente ―donde había una casa que tenía un cartelito de alquiler; y como no la alquilaba nadie siempre estaban cerradas sus puertas y sus ventanas― y mientras el cuerpecito de Olga estaba un poco rígido, toda mi atención se iba a sus manos, que jugaban por un bastón y a veces descansaban en el mango.  II Cuando su madre ―que era muy pobre― le trajo una cajita de plantillas, las manos de Olga dejaron el bastón en el banco y la tomó. Después que la madre le acomodó un rebocito que tenía sobre los hombros y se fue, las manos de Olga registraron la cajita y encontraron tres plantillas; y después de comer cada bocado, sus manos volvían a guardar la plantilla mordid

"Por aquello que palpita..."

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"Por aquello que palpita..." exposición de Solana Marticorena Sigue hasta el 28 de febrero Centro Cultural Borges Lunes a viernes: 10 a 21hs Sábados y domingos: 12 a 21hs Viamonte y San Martín

Vivir en Maimara – Por Rodolfo Kusch

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(Extraído de www.volveralatierra.com.ar) Cuando le cuento a alguien que me radiqué definitivamente en Maimara, siempre me responde con un gesto de asombro. ¿Por qué? En realidad Maimara no queda tan lejos. Apenas dista unos 80 kilómetros de San Salvador deJujuy y el camino no es tan malo. Se lo cubre tranquilamente en una hora y media a través de un paisaje admirable. Pero entonces, si la distancia no es tanta y hay medios para cubrirla, ¿por qué el gesto? El asombro alguna razón tiene que tener, y se diría que hace referencia a que Maimara está ubicada en una zona en la cual no se viviría así no más. Es como si estuviera del otro lado, como salvando una frontera. Y he aquí el problema, ¿existe esa frontera? Y más aún, esa frontera ¿está afuera o adentro de uno? Los chinos de la época de los Han enviaban a sus ministros, cuando éstos no cumplían debidamente con sus funciones o no respondían a lo designios del Emperador, al borde del imperio para qué reco

La árbol total, por María Negro

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La vida es breve, sin importar cuánto dure. Pero esa certeza que nos acompaña desde que tomamos conciencia, no es suficientemente convincente, y nos sumergimos en una vida de responsabilidades y aburrimiento, de placeres pequeños, de un solo pliego. Pocas personas van a lograr escapar a este mandato. Y cuando digo que van a lograrlo me refiero a que van a lograr que su vida se multiplique en cientos de vidas, de grandes historias con principio y final dentro de una vida. Así de pronto serán oficinistas y luego equilibristas de circo para morir como médico de campaña en el África. Tal cual la vida de Susana Esther Soba, una viajera irrenunciable por su patria en el tiempo. Una constructora de múltiples existencias en el breve tiempo del ser. Maestra, amante, amada, pintora, escultora, poeta, Susana no quiso dejar un solo sentimiento sin explorar, sin explotar. Collage  Si, sin explotar, señora de fuego nacida bajo la constelación de Tauro en

La marca de fuego de las mujeres dadaístas.

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El dadaísmo es el paso gigantesco y necesario para llegar al surrealismo. Ocupa el lugar de Feuerbach en el camino de Damasco del materialismo histórico. Sin Dada no hubiese habido surrealismo. Pero este es un escalón superior en cuanto a la maduración del arte y de la vida. La más alta lograda hasta hoy, sin haber sido superada. La clave de este desarrollo es que el dadaísmo fue, en su momento, la negación más radical de la hipocresía burguesa, mientras el surrealismo resulto su culminación plena, porque - a diferencia de Dada, que género el grito contestatario-  los surrealistas ahondaron ese grito liberador , dándole substancia, al agregar los descubrimientos de Freud, la poesía de Rimbaud y Lautreamont, y las tesis sobre Feuerbach de Marx: no se trata de interpretar el mundo sino de cambiarlo; y al mismo tiempo, como quería Rimbaud, cambiar la vida. El Surrealismo se puso así del lado de la revolución y el socialismo, superando en todos los planos a Dada. Pero sin Dada, como sin

Última entrevista con Clarice Lispector

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Es enero de 1977. Contrariando sus hábitos, Clarice Lispector concurre a una emisora de la televisión de San Pablo para participar en un programa de debates sobre cine, de la TV Cultura. Su presencia constituye una gran sorpresa. Pero la sorpresa se torna mayor aún cuando, después del programa, el director de la emisora, Walter George Drust, arriesga una invitación para que ella grabe también un testimonio personal. Sorprendiendo a todos, ella acepta… Walter Drust localiza por teléfono a Julio Lerner en la redacción de “Panorama”, de la que ese periodista es editor en jefe, y lo invita a realizar la entrevista. Fue la última entrevista hecha a Clarice y una de las pocas que concedió en su vida. Lacónica, muy breve, sin explicación posible… Cuando aceptó realizarla ya se sabía gravemente enferma: falleció pocos meses después. “Cuando no escribo, la vida se me vuelve intolerable”. Clarice Lispector, ¿de dónde viene ese “Lispector”? Es un apelli

Federico, el vengador de la estupidez

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Estrella del Oriente publicará en mayo próximo un número especial, el 10, dedicado a Federico Peralta Ramos. Un artista desconocido en sus facetas, que fuera relegado a su participación en el programa de Tato Bores, el genial crítico de la política argentina. Difundimos aquí algo de su humor provocador, complementado con la mirada del personaje burgués que no comprende, asumido por Tato.

San Valentín, las Lupercales y el amor romántico, por María Negro

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Durante siglos los romanos festejaron las fiestas Lupercales, festividades de fertilidad con una importante carga de violencia (y libertad) sexual, el 15 de febrero. En el año 496 (498, según algunos historiadores) el Papa Gelasio I, desbordado por la situación, prohíbe las fiestas Lupercales e instaura el 14 de febrero como el Día del santoral a San Valentín (médico -de existencia discutible- ejecutado en Roma que casaba soldados) en honor al amor puro y desinteresado, mártir y celestial, lejos de toda carnalidad. Si bien esta fecha fue quitada del santoral en el año 1969, se ha ido convirtiendo en una fecha emblemática y comercial de defensa del amor romántico, del amor parido como concepto desde la desigualdad, la sumisión y la desilusión como método. El amor romántico, esa idea de amor en un estado de idealización constante, es fatídico. Anula, por definición, la objetividad en la mirada hacia otro. El amor romántico es la defensa de la ceguera, cuando el encuentro con los

¡Vamos por los museos!

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Hojas de Cedrón

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(Imagen: Xavier Martín) Hace ya varias décadas que la música del Tata Cedrón y su cuarteto forman una catarata de música inabarcable y una mezcla inagotable donde el tango y el folklore son dos faros que iluminan un universo mucho más vasto. A la larga lista de reediciones que viene encarando desde hace ya varios años, le acaba de sumar un disco doble –Velay y Mojarrita porá– donde recorre el cancionero popular de Yupanqui y Antonio Tormo a Buenaventura Luna, Ramón Ayala, Jaime Torres, sin dejar de lado a poetas como Raúl González Tuñón, César Vallejo, De la Púa y Manzi, entre otros. En esta entrevista, Tata Cedrón repasa sus años desde el regreso definitivo a la Argentina en 2004 (después de nada menos que treinta años en Francia) hasta su intensa actividad de hoy, a los 77 años, haciendo espectáculos y rescatando grabaciones sin parar. Por Juan Ignacio Babino Otra vez, como hace algunos años, esta ventana: otra, la misma, siempre abierta. Y otra vez a través de

Un paseo corto con Cortázar

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Alegría del cronopio Encuentro de un cronopio y un fama en la liquidación de la tienda La Mondiale. -Buenas tardes, fama. Tregua catala espera. -Cronopio cronopio? -Cronopio cronopio. -Hilo? -Dos, pero uno azul. El fama considera al cronopio. Nunca hablará hasta no saber que sus palabras son las que convienen, temeroso de que las esperanzas siempre alertas no se deslicen en el aire, esos microbios relucientes, y por una palabra equivocada invadan el corazón bondadoso del cronopio. -Afuera llueve- dice el cronopio. Todo el cielo. -No te preocupes- dice el fama. Iremos en mi automóvil. Para proteger los hilos. Y mira el aire, pero no ve ninguna esperanza, y suspira satisfecho. Además le gusta observar la conmovedora alegría del cronopio, que sostiene contra su pecho los hilos -uno azul- y espera ansioso que el fama lo invite a subir a su automóvil. Julio Cortázar - Historias de Cronopios y de Famas

El eterno, por Antonia García Castro

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De Macedonio Fernández sólo he leído un texto. Un texto corto. Dos páginas. Las he leído tantas veces que, a lo mejor, cuentan como un libro completo. Yo creo (por lo que he llegado a saber de Macedonio) que él no se ofendería por esta situación. Porque si él fue capaz de escribir un libro entero con 56 prólogos a una novela eternamente anunciada… bien puede uno, en calidad de lector, quedarse detenido en dos páginas que dicen, precisamente, que hay novelas buenas y novelas malas y finales que no los aguantan ni los vecinos. Me encanta Macedonio. Lo adivino completito en esas dos páginas que incluso, a veces, me hacen llorar. Hace unos días, en Cura Malal, pueblo de la provincia de Buenos Aires, éramos varios reunidos en ese sitio llamado Corral de Piedra que muchas manos y muchos esfuerzos han hecho posible. (El lector curioso y amante de las cosas y las almas bellas podría buscar, informarse y quizás algún día dirigir sus pasos hasta este lugar qu

NUEVA FUNCIÓN La Ballena va llena en La Flor de Barracas

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