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Mostrando entradas de diciembre, 2021

"El hijo", y por qué temblamos con Quiroga, por María Negro

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En el año 1928, dentro de la Antología “Más allá”, Horacio Quiroga editaba por primera vez su cuento “El hijo”. La naturaleza exuberante del norte argentino es el escenario donde el autor despliega aquellos horrores de los que poco se habla: el miedo al mundo donde hemos traído a nuestros hijos, donde sus vidas -tan imprescindibles para nosotros- no tienen mayor valor. Pablo Zapata ha realizado un cortometraje, en una coproducción Venezuela- Argentina, basado en el cuento, que profundiza la observación psicológica de Quiroga. Hunde en el blanco y negro a la espera y al terror, la desesperación y la locura. La fuerza de la fotografía nos acerca a la tenebrosidad de las emociones que transitan los personajes. Ese hombre que confía, que apuesta por la confirmación de que la vida puede ser transitada en su peligro, siempre que haya valentía; y la consecuencia de esa apuesta, real y desesperada. Ruben Lezcano, Gisella Misson y Agustino Mercado son los protagonistas del corto que utiliza

El día que nunca llegué a Bolivia, por María Negro

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  Según el diccionario de Corominas, a mediados del Siglo XVI, tomamos del latín la palabra ilusio- onis, que quiere decir “engaño”, derivada de iludére (engañar), que a su vez deriva de ludére (jugar). Tal vez lo interesante del lenguaje sea la potencia oculta que esconde en su formación. Luego de la mitad del siglo XIX, la palabra ilusión tomará un significado más cercano al que hoy conocemos. Una viva esperanza, una expectativa favorable de las cosas. Pero nada, ni las palabras, pueden negar su origen. Andar ilusionado, creemos es andar en la esperanza, pero en su intimidad, solo es el andar engañado. Hasta podemos arriesgar un poco más y decir/pensar que andar ilusionado es andar engañado por un juego que desconocemos, del que no somos parte más que en la inocencia. Esa es la postal donde comienza el cuento. Una señora ilusionada, engañada por un juego desplegado en su inocencia, viaja. Junta todos los papeles que le indican las voces amables de las oficinas destinadas para estos f

Sostenido, por Rubén de León

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  Todos los deseos  desplegados, esplendor  que achicharra.  Cada quien encuentra  lo entrevisto en el sueño. Y, sin embargo, se distraen  giran  corren alrededor olvidan cayendo  en la caverna oscura del oráculo. Los deseos de humo huelen a incienso o a azufre y son de almizcle. La tristeza desciende  con su traje de pana a presidir el banquete  del mundo. * Cuando dice:  ¿Qué tenés en la cabeza?: Pampa  digo. En vertical, el zenit. En horizontal, el horizonte. Y en lo oblicuo  un rayo hendido entre las nubes un resplandor lunático. ¿Eso? Dudas  por doquier. Y alguna certeza. * Es arrojado  a la playa del mundo desde el océano del vientre de su madre. Repta camina en cuatro patas. se yergue trastabilla. Llora abre los ojos. Vislumbra. El fuego lo abraza en las seis direcciones  del espacio. Emerge  y se refleja  en el lago del cielo. Ese sol  muere en el este  (para algunos) Para otros vuelve  al océano  del vientre  de su madre. * El hombre Nada En la noche sin bordes. Y cree ver  en