Serie de los capítulos: De cuando la Señora de O miraba con disgusto las caricaturas, por Pedro Roth


 

Estrella del Oriente destaca el éxito de Netflix. Está pleno de virtudes. No es necesario leer, pudiendo arrojarse a historias atrapantes, llenas de intriga, sobre asuntos nuevos, plenos de acción y reflexiones agudas, cuando no de sonrisas reparadoras. Eso es lo que ha logrado, con merito indudable, consolidar Netflix en la pandemia. Un vínculo social basado en la reflexión indirecta. La participación colectiva en un nuevo tipo de debate. Se recomiendan series, se ponderan argumentos, se escriben comentarios. Un vínculo que se está afianzando entre los distintos sectores de la sociedad.

Nosotros, luego de analizarlo seriamente, nos proponemos hacer exactamente lo contrario que Netflix.

Temerosos de quedar un poco homogeneizados, hemos resuelto volver a las fuentes. A la serie por capítulos. Como Eugenio Sue, como los Dumas, como Prospero Merimée con Carmen. De a poco. Lentamente. Leyendo. Sin saber lo que ocurrirá en el próximo capítulo, porque no podemos verlos todos de una sola vez.

Para inaugurar la serie, que Pedro Roth irá escribiendo sobre la marcha, publicamos a partir de hoy "La señora de O", una saga que comienza con la prohibición de la ópera Bomarzo, estrenada en el teatro Colón por dos acusados de degenerados: el compositor Alberto Ginastera y el escritor Manuel Mujica Lainez.

El autor escribe sobre lo que le tocó vivir directamente. Con este material piensa hacer una película. 

Proponemos su lectura para los más jóvenes, que no tienen la menor idea de esta historia. Y también para muchos de los mayores, porque ya se la olvidaron. Y el resultado está a la vista.

 

CAPITULO DOS: De lo que sucedió cuando la Cenicienta encontró al Lobo y se lo comió

La cultura, huérfana, Cenicienta, se las tuvo que arreglar sola, nos arrancaron de raíz, los resistentes nos tuvimos que reunir en cafés, hablar, susurrar de estas cosas, susurrar sobre estos acontecimientos nostálgicamente, para mantener vivas estas expresiones culturales que cayeron en un agujero negro, un sueño, una cultura, un arte quedó huérfano de a poco van apareciendo los arqueólogos, excavando capa sobre capa.

Creo que los hechos son más fáciles de encontrar. ¿Cómo relatar una sonrisa, una lágrima mirando una piedra o un ladrillo?, pero la complejidad de una cultura naciente de un grupo de jóvenes que nos creíamos eternos, es muy difícil de comprender, de describir y relatar y de hacer amar ese espíritu a las generaciones siguientes y encima en un país exitista como este donde aparentemente este grupo fue el perdedor quedó archivado todo este material y nadie quería investigar sobre los perdedores y menos asociarse con ellos, es una historia entrampada en pérdidas, mal entendidos, malas lecturas momentos difíciles de discernir, explicar y comprender por eso elegí la ópera Bomarzo porque es un caso testigo como una caricatura donde algunos grandes rasgos, líneas, describen más claramente un hecho tan intrincado, sutil y delicado y yo que fui testigo personal siento que es un deber dejar este testimonio.

La película como toda memoria, lo que va a tratar es transmitir, lo menos caóticamente, el espíritu de esa época y de lo que nos pasó.

Me considero un testigo privilegiado ya que fui el fotógrafo de la Revista Confirmado, retraté al General Onganía en la cena del ejército en el Plaza Hotel y fui echado con los demás fotógrafos porque osamos sacar fotos durante el himno. Ahí nos dimos cuenta de que algo había cambiado, nosotros que tratábamos como tortuga al Dr. Illia, de pronto sentimos que la inocente tortuga había sido aplastada por un tanque. Al día siguiente empezaron a ordenarse, nos pusieron semáforos y daba la sensación de que ese hecho fue un avance. Y de a poco empezamos a sentir en carne propia todas esas prohibiciones, desvalorizaciones, censuras.

La estructura de la película, es toda esta historia contada por mí desde el escenario del Teatro Colón, como si yo fuera un director de un programa de televisión donde todas las filmaciones, episodios, aparecerán a través de un control remoto  donde manejaré la botonera; donde las escenas y los personajes sobrevivientes relatarán todas estas historias, viajaremos a Bomarzo, Italia,  al “Paraíso”, la casa de Manucho en Cruz Chica, Córdoba, hablaremos con la hija de Ginastera, con Roberto Plate que fue el escenógrafo de la segunda puesta ya permitida de la ópera en la época de Alfonsín. Viajaremos a Estados Unidos, a descubrir en la memoria de los que vieron la primera puesta antes que en Buenos Aires. Hablaremos con Marilu Marini que actuó en un monólogo donde usa Bomarzo como metáfora de la desaparición del Instituto Di Tella. Entrevistas con los sobrevivientes intelectuales de la época. Visita a la hemeroteca de la Biblioteca Nacional para buscar testimonios de cómo estos hechos fueron tratados por la prensa en el momento. Rescataremos escenas de las obras prohibidas en la filmoteca del Teatro Colón, tanto de las coreografías de Oscar Araiz como de la ópera Bomarzo. Escenas de la “Noche de los Bastones largos”. Entrevistas de la revista Humor que tuvo que disfrazarse para poder hablar de todas estas cosas. Una reunión en la mesa del Florida Garden de los contemporáneos sobrevivientes y una reunión con el Grupo Estrella del Oriente, donde estoy militando en este momento, de cómo esta época fue metabolizada por la contemporaneidad. Un encuentro con algunos miembros de Les Luthiers, ya que fui parte de la Cooperativa de la actuación de ellos en el Di Tella. Todas estas actividades culturales prohibidas por la dictadura de Onganía fueron tomadas como una afrenta hacia su persona. La película va a tratar sobre el plan sistemático para destruir la cultura nacional y quebrar el espíritu de toda una generación y cómo todo esto se vivió en la Argentina durante la guerra fría y cómo se vivieron aquí los acontecimientos tales como la muerte de Kennedy, la Revolución Cubana, el control de natalidad y la respuesta de la sociedad a los acontecimientos internacionales. La forma en que la sociedad respondió a estos acontecimientos.  Y la descripción de la novela de Manucho argentinizó, a través de su argumento, la visión de un escritor argentino, el renacimiento utilizando al Duque de Bomarzo como espejo de sí mismo, creando una autobiografía en el espejo del Renacimiento como si fuese un tratamiento psicoanalítico de sí mismo tirando por el suelo el concepto del eurocentrismo del Arte Argentino, en realidad, nada fue más argentino que esa novela de cómo un escritor local ve el mundo desde este rincón, como Manuel de Falla que escribe su Atlántida desde un rincón de Córdoba.

Vamos a construir el tratamiento de esta película utilizando el modelo de la ópera Bomarzo y de esta manera incorporaremos la música a la trama. Vamos a dividir la película en obertura, primer acto, segundo y tercer acto.

 

(Continuará)

 

Pedro Roth

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