El Angelus según Capurro, por María Negro

Famatina, el cerro mágico de La Rioja. Sobre sus laderas y sus valles florecen barrios que podrían llamarse aldeas. Las casas pequeñas se asientan sobre el generoso manto del cerro. En una de ellas, donde me esperan con un mate caliente, hay un solo cuadro colgado en la pared del comedor. El Angelus se ilumina por la luz que refleja el cerro y, de pronto, la emoción es incontenible. Allí, entre un hombre y una mujer, lo que no está pintado ni expuesto, convulsiona. ¿Están rezando? ¿Están pensando? ¿Lloran, acaso? Un hombre, una mujer, y una paleta de colores componen el aura del misterio. ¿Qué tiene El Angelus que nos provoca conmoción en su quietud donde fluye el movimiento que atrapó Millet? Juan Carlos Capurro ha visto esa luz y ese misterio. Y su mirada, ya sabemos quienes pudimos disfrutar de ‘La Ballena va Llena’, no busca componer el caleidoscopio en una sola imagen sino, precisamente, disfrutar del viaje en caleidoscopio. Este próximo martes, se presentará –nada menos ...