PERET COMO PRESENTE. Por J.C. Capurro.
Monte incendiado - Paca Sapena
La película comienza con la imagen de la
luna llena.Unas nubes se interponen, lentamente, La luna se transforma en un
ojo, y las nubes en una navaja. Dos dedos sostienen los párpados y la navaja
corta el ojo al medio. Asi, sin otro comentario, comienza el film surrealista
“Un perro andaluz” pensado por Dali y Buñuel y realizado por este último.
De la misma manera que muchos jóvenes que
admiran a Cesar Aira no conocen a Felisberto Hernández, muchos jóvenes y muchos
viejos, no saben de este filme, y si lo conocen, no saben que el motor de esa
obra, y de la posterior- también grandiosa- “La Edad de Oro”, fue el poeta
Benjamín Peret.
Peret es el autor de una obra
inclasificable. Que rompe con todo lo conocido hasta ese momento. Va por la
propia, partiendo de Swift,Rabelais, Rimbaud y Mallarmé.. El humor es su clave.
Buñuel y Dali confiesan en sus respectivas
notas biográficas que fue la lectura de “El Gran Juego”, uno de los libros
liminares de Peret, la que los conmovió y llevó a la idea de hacer un filme
aplicando ese mismo método de ruptura con todo lo “real”. Cuenta Buñuel que
leían con Dalí esos poemas y lloraban de la risa. Poco después, decidieron
llevar eso mismo a la pantalla.
Un verso de Peret es la clave:
“ les yeux clos
par les lames de rasoir"
Los ojos cerrados por hojas de afeitar.
El poema es "Los aromas del amor”, incluido
en “El Gran Juego”, y conjuga imágenes chocantes por su lejanía y por su falta
absoluta de “pudor”, a la hora de desafiar lo romántico mal entendido; es
decir, el orden establecido que ataca la libertad del amor. Es un himno contra
la pacateria de los y las que se suponen liberados y se asustan ante el timbre
de los gritos estrepitosos, debido a sus consecuencias “sociales”.
Tanto “El Perro andaluz”, como “La Edad de
Oro”, son un ataque a la hipocresía de las relaciones establecidas. El amor, en
las convenciones de esta sociedad fracturada, nunca puede ser realizado ni
disfrutado plenamente. Todo lo impide. En protesta, un carro de obreros
impertinentes hacen un corte no ya de ruta, sino directamente de salón de
fiestas en Palacio; una bella mujer besa
un pie de yeso, con la fruición de los desesperados.
Cualquier similitud con las telenovelas
actuales y las vacilaciones de la pequeño burguesía urbana de cualquier ciudad
actual, no es una coincidencia. Sex and
thecity que confunde el consumo de
ropa con un sentimiento por el prójimo.Miedo
a la libertad, que se refracta de mil maneras en todas clases sociales.Pero en
ningunase presenta al amor – en todas sus resonancias- como una fiesta de la
vida.
Peret iluminó estas contradicciones, y al
hacerlo, ayudó a abrir la obra luminosa
de Buñuel (toda su vida) y la de Dali (antes de descomponerse en el franquismo).
En esas obras, que marcaron al mundo para siempre, podemos encontrar que la
clave esla poesíaperetiana. Esto ha ocurrido también con determinados poetas :
no puede concebirse la influencia de Hegel sin Hölderlin; el aporte en la historia de Feuerbach, Engels y Marx, sin el vuelo de
Heinrich Heine, ni la de los revolucionarios franceses sin la influencia de
los Rimbaud y Lautreamont, la guerra
civil española sin Miguel Hernández; ni
el empuje laico y de progreso contradictorio de la generación del 80, sin el
aporte, también contradictorio, del aquel otro
Hernández de la primera parte del Martin Fierro. O, desde la
desesperación, del Lugones caído sosteniendo una espada. Y el Arlt de los
golpes de estado a repetición y las revoluciones, anunciados en sus obras.
En la hora de las nuevas incertidumbres,
Peret habla todavía sobre el presente:
Espera, vástago de la sal
Espera, vino de acantilado
que acabas de aplastar a tus patrones.
Espera, viscera de fósforo que no sueña
sino con el incendio de los bosques.
Espera
Yo espero.
Juan Carlos Capurro
Excelente!. Yo también espero. Pero te has dado cuenta que las dos son películas practicamente olvidadas, como Felisberto Hernandez?
ResponderEliminarExcelente, Juan Carlos. Emotiva. Una luz de justicia que ilumina la historia de la poesía. Te mando un abrazo.
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