Terrenal, con un pie en el ritual y otro pie en la tierra, por María Negro



“Terrenal, pequeño misterio ácrata” transita su exitosa sexta temporada. Al sentarse en el teatro lleno, la pregunta que surge es cuál será el delicado anzuelo dispuesto que logra que cientos y miles de personas hayan elegido este ritual y no otro.  En Argentina y en el exterior, Terrenal convoca al público que se acerca con curiosidad a esa escenografía de colores obscuros, a esos personajes de rasgos acentuados.

Diez, cien, miles, se disponen al silencio cuando el ritual comienza.

Los diálogos en el escenario, no son cualquier diálogo. Hay en la dramaturgia de Kartún unas ganas bárbaras de hablarnos en nuestro idioma, de permitirnos reír compasadamente incluso como catarsis de esos encuentros de la palabra con nuestro significado íntimo. El humor es el idioma elegido, tal vez, porque es el único en el que seguimos creyendo.


Dos hermanos a la espera de Tatita. Dos abandonados a su suerte en un espacio delimitado, donde cada uno de ellos construirá sus pequeños reinos, colectivos e individuales, sobre que asentarse.
Silencio en la sala. La tensión histórica de Caín y Abel, cambia de mano. No al estilo de Baudelaire, donde la pulcritud de la raza de Abel es su propia condena, sino en un complejo movimiento que involucra desde posiciones históricas hasta convicciones políticas. Caín es el orden, en el sentido literal de la palabra. Las pesas, las medidas, las cuentas y el trabajo “duro”. Abel es el “desorden”, la vida que se disfruta en sí misma, incluso en el hacer cotidiano.

Abel, el deseo. Caín, la codicia.
Codicia que no es deseo, es queja. Queja que no es reclamo, sino lamento.

La tragedia bíblica cambia de manos, se aleja del ritual sin salirse de él, se acerca a la realidad, nos interpela. Aquí es donde el humor hace su magia, y el sentido freudiano del chiste, también a su forma. Kartún encuentra en la palabra el mazazo exacto donde la tragedia toma forma de gracia para arrastrarnos hasta un monólogo crucial de un Tatita que volverá a buscarlos ya tarde, donde no quedará espacio para seguir pensando que el ritual es chiste alguno. Todo fue una provocación. Pisamos el palito de la risa y estamos acá, preguntándonos de qué carajo nos reíamos.


Entonces, es posible que sea eso.
O no.
No importa.
La magia ya fue hecha.
El juego de cartas sobre la mesa, no suele atraer la atención más que en la primera mirada. Las cartas que juega Kartun, logran el efecto contrario. Hay que volver a verlas. Hay que seguir desentrañando dónde está ese pequeño anzuelo que mordimos. En qué pase mágico el maestro nos invocó a seguir jugando a las preguntas, a continuar mirando absortos la mano que acaba con Abel, los toritos que sobreviven a la lluvia de mierda.



María Negro



Terrenal, pequeño misterio ácrata
Actúan: Rafael Bruza, Tony Lestingi, Claudio Martínez Bel
Autor y director: Mauricio Kartun

Teatro Caras y Caretas
Sarmiento 2037 – Caba
Viernes y sábados: 21 horas

Reservas: http://www.alternativateatral.com/obra32723-terrenal

Comentarios

Entradas populares de este blog

Esa belleza, por John Berger

Mineros, por John Berger

M, por Luna Malfatti