Poemas botánicos, por Ana Aldaburu
Todos tiramos
ramitas nuevas al vacío.
Busco cobijo en el aire.
Temblor, encuentro, vigilia.
Yo soy
mi hiedra.
Ramitas incandescentes
que el sol no quema
vibran, se recortan,
tiemblan para vivir.
*
Cuidar el jardín
Alguna vez
aprendí a aplastar caracoles.
Cáscara ruidosa triturada,
moco pegajoso.
Es difícil
tomar distancia.
*
Se trata
de encontrar
una forma
que te dé alivio.
Una emoción muy leve
que te repare.
Corteza y nudos
de árbol sufrido.
Verdes ramitas
que crecen a su pesar.
Demanda de la vida,
signo sin nombre.
*
Fantasma inquilino
que no deshabita nunca.
¿Se puede
nombrar el acecho/la sospecha?
El rojo del clorodendro
sugiere plenitud fugaz.
El abanico verde no alcanza.
Siempre vuelve
la gelatina opaca.
Condenados los ojos
a un mirar esquivo.
Ana Aldaburu - Poemas botánicos y otros
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