Morelli: Tres poemas en tránsito

 


 

yo no escribo para alterar el rumbo del universo

ni para acabar con sus plagas |  esos monstruos que lo acechan

te

escribo porque he descubierto que toda ventana da al vacío

 

y afuera es noche

y llueve tanto

 

*

 

no conozco el mar

muy pocos lo conocen

 

el mar no es esa tarde azul de primavera

mis huellas detrás de sus huellas

un cielo de gaviotas dibujándose a lo lejos

 

el mar es una memoria de infinitos naufragios

el dolor de ese hombre que va solo y un día

al pie de la tristeza se acuesta con la muerte

 

no conozco la muerte

nadie la conoce

 

la muerte es el vértigo que dibuja lo vacío

el no decir que desbautiza las cosas

un salto y la caída | las llagas violentas del amor

 

no conozco el amor

 

*

 

al hombre no le ha sido dado demorarse en los espejos:

¿cómo soportar la mirada de dios sin que los ojos se nos incendien?

 

al hombre no le ha sido dado demorase en los umbrales:

¿cómo es posible edificar el mundo sin apoyarse en su movimiento?

 

al hombre no le ha sido dado prescindir de la nada:

¿cómo podría la vacuidad del ser suprimir el objeto que lo consume?

 

al hombre no le ha sido dado despojarse de las palabras:

¿cómo eludir la tarea de nombrar y exigir luego que haya mundo?

 

como a dioses exiliados de dios muy pocas cosas le han sido dadas:

un balbuceo apenas | un atisbo de infinito | un temblor | una mirada 



Miguel Ángel Morelli

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