Imprevisible/Peret

 

El poeta Benjamín Peret tiene la virtud de desorientar. Para quienes la tierra con agua es barro, Peret es todo menos poeta. ¿Será un provocador? Para los 'realistas', Peret es alguien que se evade de todo compromiso. El texto debe ser una denuncia, un alegato, un conmovedor momento de la lírica en el vector de la Historia. Peret, en cambio, a los oprimidos los llama gaviotas; a los policías, almanaques.
De esa manera, las gaviotas conviven con los almanaques en una pecera de cuarzo llamada Lumilagro. Eso pone nerviosos a los agentes de tránsito del juicio de los justos.
Recomendamos leer a Peret para reír desde el fondo del alma.
Para todo lo demás, existe la revolución.

 

*

Perro y gato

 

Por el sendero de las manos heladas se deslizan las oriflamas

son grises verdes azules rojas y tienen la forma de mi rostro

porque las hice parecidas a mi risa

que estalla en el musgo como una piedra que echa a volar

Y las piedras echan a volar diariamente como obreros que van

                    al trabajo

pues levantan vuelo para trabajar

y sus fábricas están en las nubes

y las nubes han envejecido como las escaleras que conducen

                    a las naranjas de lana

y hacen subir y bajar los albatros de mi cabeza

Albatros gracias a vosotros mi cabeza me corta los pies

y mis pies son pálidas vírgenes

macilentas como un dios

Albatros albatros si mi cabeza no estuviera en vosotros

tendría al menos la forma de vuestros picos

y mis uñas estarían en vuestros picos

porque ellos han hecho mi cabeza

tal como la tierra hace el agua

tal como el agua usa las cuerdas de los arcos que las

                    circunstancias dejan flojas

y los arcos los arcos dios mío se ahogan en la llanura sumergida

que se llama Has visto a esos idiotas

La llanura está sumergida de tal modo que ya no es llanura

sino mano

Un poco más y será vientre

después torso

 

Al fin y al cabo reconoceré su rostro semejante a un bosque

 

"Le Grand Je"

Traducción Aldo Pellegrini

 

*

Sopa

 

A la izquierda de la canoa de donde se extraen sonidos armoniosos

bala un montículo coronado de un ala batiente

que hace gemir el aire que agita

planta de estación condenada por el mes en "r"

untado de mermelada de la cabeza a los pies

 

Una lanza blandida en alto traza una flexible línea blanca

que quema el espíritu de los muertos

para siempre barridos de los vivientes sarmientos de la risa

 

Cuando el sol haga saltar las piedras de los arroyos que pasan revista

contaremos las miradas que las flores de humo

arrojan a los transeúntes que ya no lo tienen

habiéndolo perdido en un desierto

mientras perseguían un vapor de champaña

tic-tac de un reloj sin agujas

marcando un tiempo sin estación

hilvanando vestidos para sombras

estremeciéndose en un viento viscoso que se detenía

                    a envolverlos hasta perderlos de vista .

 

"Feu Central"

Traducción Cesar Moro

 

*

 

Cuando envejece el diablo se hace ermitaño

 

Luis Felipe es alto para su edad

Dale algunos céntimos

Su sombrero será muy pequeño

Dale dos corbatas

Mentirá todos los días

Dale otra pipa

Su madre llorará

Dale un par de guantes

Perderá sus zapatos

Dale café

Tendrá bombillas

Dale un corsé

llevará un collar

Dale unos tirantes

Cuidará ratones

Dale una pala

Subirá en avión

Dale sopa

Hará una estatua

Dale unos cordones

Comerá grosella

El señor Luis Felipe

Que vive de píldoras y de carpetas

Se come a su madre

Y pierde el tiempo caminando

 

Traducción César Moro

 

*

Háblame

 

El negro de humo el negro animal el negro negro

se han dado cita entre dos monumentos a los muertos

que podrían ser tomados por mis orejas

donde el eco de tu voz de fantasma de mica marina

repite indefinidamente tu nombre a

que se asemeja tanto a lo contrario de un eclipse de sol

que yo me creo cuando me miras

una planta de espuela de caballero en una heladera cuya puerta

abrieras

con la esperanza de ver escaparse una golondrina de petróleo

inflamado

pero de esa planta brotará una fuente de petróleo flamígero

si así lo quieres

como una golondrina

quiere la hora de verano para tocar la música de las tempestades

y la produce al modo de una mosca

que sueña con una telaraña de azúcar

en un vaso de ojo

a veces azul como una estrella fugaz reflejada por un huevo

a veces verde como un manantial que brota de un reloj

 

Traducción Aldo Pellegrini

 

 

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