El aire de los tiempos, por Juan Carlos Capurro
Ahora hay que levantarse
el sol salió
no hay nada que no alumbre.
¿Solo nosotros vemos?
La piedra
puesta
como
una
barrera
ya no alcanza.
El agua
busca
completar
su forma.
Todos los días
debemos
preguntarnos...
¿Quiénes somos?
Aquello que nos dijeron
en la infancia
esa vez
cuando éramos
una posible laguna
de promesas
eso, no es lo que somos.
Ahora
hay
que
levantarse
secar los ojos
preguntando...
¿Quiénes somos?
Si no hay preguntas
nada se desliza.
Si no hay misterio
nada se conmueve.
El misterio
es
lo único
que
puede
sucedernos.
Lo
que
hace
que
se
mueva
nuestra
mano
es
la
mano del mundo.
El fuego
también
busca
la piedra
por
donde
antes
había
pasado
el
agua.
Hacer
es
el poder
de recibir.
Ese milímetro
que se mueve
entre nosotros
es lo que empuja
al universo.
Hay
un
relámpago
sin
dueño
en
el
que
nuestra vida
recomienza...
Una mujer nos mira.
Un hombre nos saluda.
Un niño canta entre cartones
sobre un hilo plateado
entre la multitud.
Ese momento
es nuestro.
Basta dejarlo ir
para que todo
se detenga.
Juan Carlos Capurro
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