Artista, por Pedro Roth

Dios debe ser un artista. La idea de volver realidad esto -todo esto de la nada- solo un artista lo puede imaginar.

Un universo con tantos detalles, una imagen surgida de un blanco, se plasma solo formulado por el mero hecho de pronunciar las palabras y aparece.

Para lograrlo hay que ser un artista.

Somos creación cambiante en el tiempo, producto de la imaginación: formulados, expresados, creados por una voluntad, pronunciados, y  es todo lo que somos y la circunstancia.

Fuimos escritos, cantados, bailados, luchados, acariciados, matados, besados, todo eso somos.

Mañana vendrá otro artista dios e imaginará otra creación, todo será diferente. Otras imaginaciones crearan otras realidades, mundos aún no pensados: dinosaurios, mamíferos, mundos artificiales, nuevas combinaciones, códigos, no más palabras, números formulados, nuevas realidades, futuros imaginados que no nacerán de engendrar de relacionarse de la manera tradicional. Solo de imaginar un comienzo contando, no más 1234567 como el génesis.

Ahora 01 01 01 y todo es distinto y será un nuevo mundo.

No es otro lugar, es otra realidad imaginada, otras dimensiones, tiempos, otras relaciones que por ahora son incomprensibles, porque todavía no fueron imaginadas por el artista.

Solo hay que conseguir un código y todo recomienza.

Touring no pudo engendrar, si pudo crear de otra manera sin sexo ya no desde la palabra, otra realidad, no clonado, no costilla, no palabra, números y todo recomienza.

En esta imaginación lo anterior no sirve, la  nueva realidad cambió 01 01 01.

Nuevos elegidos, nuevo desierto, nueva tierra prometida.

No llores, está todo bien, descansa.

Este es un homenaje a los adelantados Kabalistas, Arquímedes, Bach, Touring, mundos de números, todo cifrado.

Pedro Roth