El Gabinete del doctor Caligari, por Enrique de Santiago


El expresionismo en el filme “El Gabinete del doctor Caligari” marca un comienzo dentro del arte de vanguardia en el cine, esta película de Robert Wiene del año 1919, contiene fuertes elementos del expresionismo alemán de esos años, el cual surge como una manera de respuesta a la sociedad y cultura de la época. El gabinete es una pieza engendrada como reacción a la depresión, provocada por la derrota de Alemania en la primera guerra mundial, que marcan el inicio de una era de profunda crisis económica y pesimismo en esta nación, a lo que se suma la desconfiada relación entre el Estado y el pueblo, la que se vería reflejada en esta obra monumental del cine arte. Pero podemos identificar además en esta cinta el nacimiento, o los inicios del surrealismo, planteados en sus decorados o escenografía, llevada a cabo por Walter Reimann; Röhring; y Herman Warm. El primero confesó que se había inspirado en los ambientes que da en sus obras el gran maestro ilustrador austriaco Alfred Kubin , quien estaba ligado al Movimiento Simbolista Los escenógrafos y decoradores con sus propuestas tanto en la gráfica ilustrativa en este filme con sus espacios curvos, muros inclinados, chimeneas y techos desproporcionados, obtusos, oníricos, y una carga de metalenguaje, heredada del Simbolismo, dan a este filme una característica única, tanto así que ellos se alejan del expresionismo, para entrar derechamente en el Surrealismo, al tratar la atmósfera con esas curvas y otros elementos delirantes. Podemos mencionar que Kubin sería unos de los tantos inspiradores del movimiento surrealista que asomaría en el año 1924.
Esta película en principio estaba encargada en su dirección a Fritz Lang, pero el exceso de compromisos de este, lo obligaron a desistir dejándole su lugar a Wiene. Otro notable personaje que participa en este trabajo fue el encargado de la fotografía, de un profundo lirismo negro, Willy Remesteir, quien da con el nivel exacto, entre forma y atmósfera que el director deseaba. Punto aparte es la notable actuación de Werner Krauss, como el doctor Caligari y Conrad Veidt, en el papel de Cesare.

La obra transcurre en una ciudad que es visitada por este intrigante doctor, quien viaja mostrando esta suerte de carpa circo de rarezas y variedades, El desquiciado Dr. Caligari y su fiel sonámbulo Cesare están vinculados con una serie de asesinatos en un pueblo de montaña alemán: Holstenwall. La mayor parte del argumento es presentado como un flashback. El narrador, Francis, y su amigo Alan visitan un carnaval en el pueblo donde ven al Dr. Caligari y al sonámbulo Cesare, a quien el doctor presenta como una atracción. Caligari se ufana de que Cesare puede contestar cualquier pregunta si es cuestionado. Cuando Alan le pregunta a Cesare cuándo tiempo le queda de vida, Cesare le responde que morirá antes del amanecer del día siguiente, una profecía que se cumple. Lo bizarro de la historia, es el reflejo del espíritu humano enfrentado a una realidad que le es hostil, y a toda criatura que surge de ella. La idea era denunciar la actuación del Estado alemán durante la guerra: para ellos, Caligari inducía a un sonámbulo a cometer asesinatos del mismo modo que el Estado alemán inducía a un pueblo dormido a perpetrar crímenes, que de hecho se consumarían una década después, en la Segunda Guerra Mundial. Cesare, es el producto de esta sociedad decadente, con un ser humano agobiado que busca, en los planos físicos, una respuesta a su existencia. Cesare esta suerte de sonámbulo, este ser hipnotizado y bajo poderes ocultos, que ha permanecido así durante 20 años, lleva en él, impreso el terror de no saber quiénes somos, y quienes podemos llegar a ser, pero quizás la realidad de este personaje es menos escalofriante, que la verdad misma que agobia al espectador que lo observa, y por lo ende, la mirada nuestra, hoy en día.

El personaje así como el doctor son seres que se rebelan contra los horrores de la guerra y la sociedad como autoridad que se impone dentro de ésta, en esto el trabajo del miedo como catalizador de estos fenómenos logra estos efectos, como así lo hacen otros filmes de su época, donde podemos citar a “Nosferatus” de Murnau (1924), o “El Golem” (1919) de Paul Wegener, que son pesadillas que nos atormentan, al igual que el entorno y que son producto de una sociedad en caída. Más que de una aparición antojadiza de la naturaleza la razón de esta es nuestro propio error, y estas tienen relación más directa, con nuestras aflicciones y miedos, que con las que nos puede provocar el entorno natural, son en consecuencia, criaturas creadas por el miedo humano, el pánico social, y la incertidumbre de nuestro mañana.

Esta obra no puede sino ser, también fuente inspiradora, no solo de los realizadores citados antes, que tienen un nexo de contemporaneidad con Wiene, sino que además influencian a creadores, como Tim Burton con “Pesadilla antes de Navidad” (El extraño mundo de Jack) a pesar de que esta está dirigida por Deane Taylor, su génesis, libreto, bosquejo y story board, son obra de Burton, lo mismo sucede con el tratamiento estético que da Terry Gilliam, a “Brazil” y “Doce Monos”, un poco de eso también es lo que se muestra en los cortos de los hermanos Quay, de quienes hablaré más adelante, y que reaparece en los nuevos videos de bandas modernas como “Portishead” “ Masive Attack” “Bjork” y otros. “El Gabinete del doctor Caligari” como obra maestra es la esencia, de lo que viene, estimula apariciones como el film francés de Marcel L’Herbier, “La inhumana”, 1924, de un corte más surrealista, inspira también a Cocteau, e incorpora el flash back como elemento de uso en los filmes, agrega un nuevo tipo y forma de iluminación, más arbitrario y personal, incorpora el subjetivismo en la obra, y mezcla lo que es el expresionismo con el surrealismo, forma que reaparecería e obras plásticas posteriores como en Arshile Gorky, o como en mi trabajo. Decadencia y belleza, blanco y negro, sombras monumentales pero siempre sostenidas por la luz. Esta obra fundamental es todo esto y mucho más, tanto que su legado se presenta, directa o indirectamente, en gran parte de las grandes piezas del cine clásico y el vídeo, así como las artes en general.

Enrique de Santiago

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