Serie de los médiums: ¿Por qué pasó lo del Capitolio?, por Raymond Chandler

 

 

El Colectivo Estrella del Oriente logró comunicarse con el escritor norteamericano Raymond Chandler (1888-1959) autor, entre otras obras maestras, de "El Largo Adiós", y le consultó su opinión sobre los recientes sucesos en el Capitolio de Washington, donde los seguidores del presidente Donald Trump intentaron dar un golpe parlamentario.

Esta es su mirada de los hechos:

"Vivimos en lo que se llama una democracia, el gobierno de la mayoría del pueblo. Un ideal magnífico, si logramos que funcione. El pueblo elige, pero es la maquinaria de los partidos quien presenta las candidaturas y, para ser eficientes, esas maquinarias deben gastar grandes sumas de dinero. Alguien tiene que dárselo, y ese alguien, ya sea individuo, grupo financiero, sindicato o lo que quiera, espera a cambio cierta consideración. Sus chillidos constantes sobre la libertad de prensa significan, con escasas excepciones, libertad para comerciar con escándalos, crímenes, sexo, sensacionalismo, odio e insinuaciones, y libertad para el uso político y financiero de la propaganda.

Hay algo muy peculiar con respecto al dinero. En grandes cantidades tiende a adquirir vida propia, incluso conciencia propia. El poder del dinero resulta muy difícil de controlar. El hombre siempre ha sido un animal venal. El crecimiento de las poblaciones, el elevado costo de las guerras, la presión incesante de una fiscalidad asfixiante, todas estas cosas lo hacen cada vez más venal. El hombre común está cada vez más cansado y asustado... No se puede esperar calidad de personas cuya vida está sujeta a la falta de calidad. Con la producción en masa, no puede existir calidad. No se desea algo porque dura mucho. Por eso se añade el diseño, que es una estafa comercial destinada a producir obsolescencia artificial. La producción masiva no puede vender sus bienes el año próximo a no ser que, lo que se ha vendido este año, parezca pasado de moda dentro de doce meses. Tenemos las cocinas más blancas y los baños más resplandecientes de todo el mundo. Sin embargo, el ama de casa norteamericana media es incapaz de preparar una comida aceptable, y el adorable baño resplandeciente es sobre todo un almacén de desodorantes, laxantes, somníferos y de productos de esa estafa a la confianza que se llama industria de productos de belleza. Hacemos los mejores embalajes del mundo... Pero lo que contienen es básicamente basura."

Luego de estas afirmaciones, se hizo un espeso silencio. Le preguntamos, entonces, si esa visión pesimista de Estados Unidos no tenía una salida. La única frase que pudimos escuchar (a lo lejos se presentían los sonidos del mar y de las gaviotas) fue: "Marlowe y Linda Loring".

 

Y eso fue todo.


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