Serie de los médiums: Jacques Lacan habla de su relación con lo sexual

 

 

La incesante aparición de nuevas maneras de referirse a las relaciones sexuales generó un debate en nuestra acostumbrada reunión semanal del Colectivo. Como no logramos llegar a una conclusión, nos preguntamos a quien podíamos consultar. Fue así como por unanimidad llegamos a un acuerdo: consultar al psicoanalista Jacques Lacan. Nos costó establecer la comunicación. Al tercer intento lo logramos. Y esto fue lo que nos dijo:

 

   -Lacan, ¿usted cree que las cosas han cambiado actualmente en materia de relación sexual? (Pregunta del colectivo)

"Es una lástima que haya que tomarse tanto trabajo para cosas que resultan evidentes. La dimensión en la cual el ser hablante se distingue del animal es ciertamente que hay en él ese hiato en donde se perdería, por donde le estaría permitido operar sobre el o los cuerpos, sea el suyo o el de sus semejantes, o el de los animales que lo rodean, para hacer surgir en su propio beneficio o en el de ellos, lo que se llama, para hablar con propiedad, el goce."

"Los encaminamientos que acabo de subrayar, que van desde la descripción sofisticada del principio del placer hasta el reconocimiento abierto de lo que concierne al goce fundamental, vuelven aún más extraño ver que Freud recurre en aquel momento a eso que designa como instinto de muerte. No es que esto sea falso, pero que sea dicho así, de una manera tan sabia, es precisamente lo que no pueden tragarse de ningún modo los sabios que él engendró con el nombre de psicoanalistas."

 

   -Usted dice, entonces, qué en el campo abierto de las representaciones, ¿la palabra designa al deseo y entonces opera como transformadora? (Pregunta del colectivo)

"Vea, la relación sexual siempre es incierta. No basta con que un discurso establezca una relación sino cuando además se enuncia la relación. No solo hay que pensarla, sino también escribirla. Si no somos capaces de escribirla, no hay relación. Y allí viene el problema porque es imposible escribir lo que sería la relación sexual. Hay en el ser hablante, en torno a esta relación en tanto basada en el goce, un abanico con un despliegue absolutamente admirable."

   -Pero, ¿y entonces...? (interrupción de alguien del colectivo)

 "Entonces... en otros términos, hay una tesis: no hay relación sexual, estoy hablando del ser hablante. Hay una antítesis, que es la reproducción de la vida. Y lo curioso es que aquí no hay síntesis. Nos encontramos ante el estallido de la noción- digamos- de sexualidad. Sin duda alguna la sexualidad se encuentra en el centro de todo lo que sucede en el inconsciente. Pero está en el centro por cuanto es una falta. Es decir que, en el lugar de sea lo que fuere que pudiera escribirse de la relación sexual como tal, en sustitución están los impasses engendrados por la función del goce sexual, en la medida en que este aparece como el punto de espejismo que Freud mismo pone como ejemplo de goce absoluto. Y es tan verdadero como no absoluto."

"Y disculpen pero los dejo, porque me tengo que ir a..."

 

 

 - ¿Pero dónde podríamos ahondar en esto...? (Pregunta apresurada del colectivo)   

"Les sugiero que lean a Georges Bataille, con quien tenemos algunas cosas en común..."

 

 Fue entonces cuando la comunicación se cortó.

 

 

(Traducción del francés realizada por Ana Aldaburu)