El angel exterminador - Luis Buñuel

El Ángel Exterminador es el regreso de Buñuel a la acción surrealista. Fue el ensayo necesario para retomar sus  mejores fuerzas, luego de años de hacer filmes "comerciales". Contó para ello con el apoyo económico, y personal, del productor mexicano Alatriste, un millonario inteligente que quería ubicar en un lugar de cine valioso a su mujer, la actriz Silvia Pinal.
Alatriste  aceptó, para lucimiento de su pareja, financiar este ensayo fílmico opuesto a toda la tradición del cine mexicano, apegado al realismo costumbrista.
La obra es maravillosa, aunque los actores mexicanos, formados en la escuela de aquel duro "realismo", se vean incómodos en sus papeles de burgueses desesperanzados. La burguesía mexicana, aún hoy, como toda la latinoamericana, vive muy cómoda en su estolidez lugareña que no logra sentir  problemas existenciales ante ninguno de sus actos. De allí que los actores de esta " reentré" buñueliana no estén a la altura -respetuosos de su modelo de clase- de una desesperación  humana, como la que exige el autor de La edad de oro.
Esto recién lo logra plenamente Buñuel al volver a filmar en Francia, donde su mundo es bien entendido por los actores europeos ya que conocen a fondo la angustia hipócrita de la burguesía a la que deben reflejar.
Un detalle interesante, que no creo haya sido hasta ahora mencionado: este film propone el antecedente de un aspecto de Los locos Adams: la mano que camina. Esa mano risueña confirma la  influencia del surrealismo, eterna, en miles de aspectos de la vida actual, aún en los más insignificantes. Contradiciendo a quienes califican de "dadaísta" esta  influencia duradera.
Dadá  busco escandalizar, si, pero  sin pretender hurgar en el fondo del pozo.
El surrealismo, en cambio, tomó a Freud y lo mezcló con Marx, para hacer estallar la revuelta de la sociedad y de la vida. Por eso perdura.
Buñuel es hijo de ese cruce aún no superado. El  Ángel Exterminador expresa su decisión de regresar a las  primeras líneas de fuego, luego de reponerse de la derrota de la guerra civil española.

Juan Carlos Capurro


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