Camino de Santiago, por Juan Carlos Capurro
Todo lo que se va no vuelve
Si nos dimos la mano
con la fuerza
salvaje
de una brasa
¿sigue estando la llama?
Amansada en el barro
reducida
como un aluminé de bosques
en el liquen
¿queda marca del agua?
No supimos, se dice
¿No supimos?
¿Pero había otra casa en nuestra casa?
¿Había otra montaña en la montaña?
¿Eran los pájaros cantando
cuando nuestra visión
no lo escuchaba?
¿Todo lo que se va no vuelve?
Sabemos lo que no era.
No era grito, ni zonda, ni aluvión, ni mañana.
No acertamos: ninguna.
Encontramos, apenas,
las que estaban dispersas,
pérdidas en la playa.
Si no están, si no vuelven
Si nadie las encuentra
¿Dónde estaban?
No eran ni petroglifo,
ni eran iguana, sándalo,
ni eran cuello, ni rosas,
ni palacio, ni sábana.
¿las vimos como besos
y eran apenas balas?
¿eran manos atadas en la espalda
o eran ramas?
Monitor, funcionario, interno, pez, espada.
¿Qué de ellas nos lo dijo?
¿Cuál no fue que anunciaba?
Todo lo que se va no vuelve.
Pero estaba.
Muy bueno. Gracias Juan Carlos Capurrro
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