Bolívar Gaudin, la sonrisa del haiku



Murió Bolívar. Amigo absoluto de Estrella del Oriente. Artista callado. Oriental, en su doble acepción: por minuciosidad de sus haikus en color; por ser uruguayo. Llego a París, y se ganó la vida durante años, pintando. Pintando casas, paredes, pasadizos. Y se hizo amigo del otro cronopio, Carmelo Arden Quin, fundador del grupo MADI, quien le enseño a sacar lo que ya tenía adentro. Y así, se hizo artista. Quien esto escribe paso largas tardes y noches con Arden Quin y Bolivar en aquella hermosa casa en la que Cortázar, que iba siempre, pergeño su cuento “La autopista del sur”. Desde la ventana del baño, enorme, se veía el colapso de esa autopista emblemática de los franceses, cuando regresaban de las vacaciones. En esa casa, Bolívar comenzó, cincuenta años atrás, a forjar su obra, tributaria en mucho de la de Arden, pero con personalidad propia. Reconocido en Europa, y apenas conocido aquí por el gran público, y si admirado por los que pudimos seguir de cerca su trabajo. Hizo -hace más de un año- una retrospectiva en Buenos Aires, apoyado por esa otra gran cronopia, Sofía Quin, la viuda de Arden. Se despidió con su sonrisa callada del Río de la Plata, y volvió, para descansar definitivamente  junto a su familia en Francia. Lo saludamos desde EDO con una sonrisa. No hay mejor homenaje que ese signo, que era el suyo.
Seguiremos publicando aquí su obra, para que se conozca mejor al oriental del nombre convergente. Bolívar Gaudin.

JCC




Comentarios

  1. SUO FIGLIO SEPE' GAUDIN
    NATO IN ITALIA IL 09 - 12 - 1994
    NON DEVE ESSERE DIMENTICATO!

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