El Nexor en el Hotel de Inmigrantes, por Carlos Cantini


El pasado jueves se realizó en el  Florida Garden el brindis de fin de año de Estrella del Oriente. En la alegría del reencuentro con amigos y la alegría de la compañía de los amigos nuevos, pudimos escuchar (con cariño y esfuerzo) el balance de un año de trabajo en un tiempo donde se menosprecia ese valor.
Bajo la imagen de Federico Peralta Ramos y la garúa porteña, Daniel Santoro y Juan Carlos Capurro nos compartieron su mirada sobre el camino que ha recorrido la obra tanto en América como en Europa y que fuera seleccionada para formar parte de la Bienal Sur 2017.
El Árbol Nexor -ahora obra permanente del Museo Hotel de los Inmigrantes- respira, late, se yergue con la voz sincera del que dice una verdad, y por eso continuará desarrollando sus raíces en lo más sensible de nuestra observación.
Allí irá construyendo su forma el FOCOCA, que será explicado a su tiempo.
Si algo no debe perderse nunca es el misterio.

A continuación, se irán reproduciendo los textos que Ana Aldaburu, Carlos Cantini y María Negro escribieran para la ocasión y fueran guardados celosamente para ser leídos en la paz de la palabra escrita.

Por un nuevo año donde vayamos por todo.

Felices fiestas.



El Nexor en el Hotel de Inmigrantes

“Aunque corten el árbol las raíces quedan en la tierra” la frase pertenece a los Qom y la rescaté del arte de tapa de un CD de cine animado en comunidades indígenas del año 2011. Estoy empezando a mudarme y, en la remoción de escombros de un hogar que pronto será otro, la tapa del CD apareció en mi mesa de trabajo junto a la computadora.

Este hecho fortuito me recordó al Nexor. Mi visita al Hotel de Inmigrantes tuvo mucho de curiosidad para ver materializada la continuación que resolvía y daba sentido a un principio de solución al problema inmigratorio a partir de la Ballena va llena. Pero, también, volver al edificio donde hizo pie en América mi bisabuelo en 1869.

El Nexor en el Hotel de Inmigrantes cerró un círculo. Fue como el “rulo final” que alivia la ansiedad de los guionistas. La Historia del Hotel cargó al árbol de un capital simbólico único. La muestra completa era imponente e iba escalando en altura e importancia. Y en el último piso, como un auténtico pináculo, el Nexor le daba sentido a todo. La República Argentina fue un gran Nexor y la exhibición de su planta característica no podía tener otro espacio contenedor.

Cuando salimos al jardín con mi mujer (ella también es fruto del Gran NexorArgentino) nos quedamos largos minutos en silencio. El murmullo de muchas y variadas lenguas pidiendo por una oportunidad todavía flotan en el aire. Oportunidad que el Estado Nacional supo dar. Hoy ese mismo Estado sufre una sequía inigualable. Silencio y sed sobrevuelan nuestras pampas. Hacen falta muchos árboles. El colectivo Estrella del Oriente propone al Nexor como idea redentora. Afortunademente, seguimos siendo tierra de pioneros. Todos llevamos una semilla de árbol dentro. Plantemos. Y protejámoslos hasta que hagan raíces profundas.

“Lejos en el centro de la tierra las raíces del amor donde estaban quedarán”, Andrés Calamaro.


Carlos Cantini

Comentarios

Entradas populares de este blog

Esa belleza, por John Berger

Mineros, por John Berger

M, por Luna Malfatti