¿Cómo clasificar animales?, por Luis Jaramillo
La literatura es un juego, muy serio y se debe jugar con la
mayor seriedad. Como lo haría un niño. Este ensayo de Borges contiene sus símbolos
más queridos. El infinito, el tiempo, la paradoja, los códigos, la ironía, la
critica burlona a la RAE. La aterradora eficacia literaria hasta el absurdo
tiene un sentido estético, es un espacio de libertad, una licencia poética.
Olvidemos los imposibles así podremos volar a cualquier infinito.
Borges, el idioma analítico
de John Wilkins
Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las
que el doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula “El
emporio Celestial De Conocimientos Benévolos”.
Los animales se clasifican en:
(a) pertenecientes al emperador,
(b) embalsamados,
(c) amaestrados,
(d) lechones,
(e) sirenas,
(f) fabulosos,
(g) perros sueltos,
(h) incluidos en esta clasificación,
(i) que tiemblan como enojados,
(j) innumerables
(k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello,
(l) etcétera,
(m) que acaban de romper un jarrón,
(n) que de lejos parecen moscas.
Luis Jaramillo
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