Georgiana Houghton, el instrumento de las almas, por María Negro

50 años antes del nacimiento de la sueca Hilma af Klint, llegaba al mundo Georgiana Houghton, séptima hija de una familia de comerciantes que luego de su nacimiento se trasladaron desde España a Londres, donde Georgiana se convertiría en una de las primeras artistas abstractas de la historia.
Ella no lo supo nunca.
Cerró los ojos para mirarse el alma y, tal vez, de no creerse capaz de esa belleza comenzó a responsabilizar a los espíritus.
En un exquisito ejercicio surrealista, Georgiana no controlaba su mano al dibujar.

Va a pasar su vida buscando a sus fantasmas, va a explorar y explotar al arte para esto y se va a convertir en fotógrafa, autora de " Crónicas de las Fotografías de Fenómenos y Seres Espirituales Invisibles al Ojo Material" junto a otros espiritistas, fue acusada de fraude en reiteradas oportunidades. Las ventajas de la vida en Londres, otro destino más inflamable hubiese corrido bajo la inquisición.

Georgiana reconstruye con su obra la historia del arte. Es la maga que ha alcanzado mundos cósmicos en los que reina el orden del desorden.
Y los volvió dibujo.
Ofrecía lupas a los visitantes de sus exposiciones.
Cada uno de sus mundos era explicado por sus partes, allí, en el detalle, brillaba el alma del todo.

Tal vez, como dijera un periodista de The Guardian, solo pudo crear y enseñar su arte atribuyéndoselo a hombres blancos muertos.

Tal vez, solo por disfrutar en absoluto su obra, nos atrevemos a proponer, valga la pena creer un momento en los fantasmas.

María Negro


Georgiana Houghton Web


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