Otroska, el teatro reconstruido, por María Negro



Ha dicho Borges que somos nuestra memoria, ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
Otroska, la obra de teatro dirigida por Sergio Falcón con dramaturgia de Jorge Huertas y del propio Sergio Falcón, transita ese laberinto borgeano de soledad colectiva.

Espejos rotos, cada personaje será reconstruido por el público desde su propio reflejo.
¿Cuánta angustia hace uso de las pesadillas para salir a tomar aire?
¿Cuan despiertos estamos desde que despertamos?
Somos animales con miedo, esclavizados en una jungla de regimentaciones morales. Somos esas formas inconstantes que padecen el sometimiento, con una sola certeza concreta; nada es para siempre.

Todos los personajes de Otroska están solos. Y vivos. Sus pasiones y sus deseos están ahí, latiendo. Como una virtud superlativa del trabajo del director con los actores, la obra late. Respira. Se siente, en el sentido más acabado de la palabra. Para poder entrar en el juego habrá que hacerlo con todos los sentidos.
Para poder vernos en los espejos rotos, no será suficiente la mirada.

Como en los juegos, como en los sueños, la experiencia surrealista es en Otroska un camino de salida y de llegada constante, desde su construcción hasta su puesta.

Decir el silencio, contar sin la palabra



La palabra irrumpe en la obra como corrompiendo el silencio. La velocidad de los personajes rompe la quietud de la oscuridad. El teatro respira.
Está vivo…

“Apelo a un teatro vivo y para eso me tengo que nutrir de los seres vivos, que son los actores. Necesito que los actores estén vivos. Por eso la concepción de esta obra tuvo que ver con amasar un trabajo con los actores que nos llevó más de seis meses donde no había guión, no había obra, no había nada, simplemente el trabajo con ellos. Y eso generaba una incertidumbre muy grande. Pero, a partir de ese trabajo, rápidamente se ordenó y apareció "algo" que después terminó siendo la obra. - nos cuenta Sergio Falcón director de la obra.

Es un trabajo de paciencia y de confianza. Trabajé buscando donde se interrumpía el trabajo del actor, ahí aparecía el teatro. Super humano. Sino caes en lo espantoso de la repetición. Buscamos en nosotros mismos.”

Es en esa búsqueda donde la obra va surgiendo como un brote,

“Me preocupa mucho la estética. Yo estudiaba ingeniería, luego de pasar la etapa ‘rebelde’ me di cuenta que había una gran belleza en ese orden de las estructuras, y empecé a apelar a la geometría para la puesta.
La secuencia de Fibonacci fue el punto de partida. Pude congeniar con mi parte de ingeniero y pude aplicar esa matemática al movimiento coreográfico en el escenario, que hizo que las imágenes de la obra sean como un fotograma detrás de otro.

Además, asocio toda esa geometría con lo ritual. Todas las imágenes tienen que ver con escenas rituales ancestrales. Al verlas, estas apelando a tu memoria personal y colectiva. Hay algo muy íntimo, muy humano", continúa Sergio Falcón.

Estamos ante un trabajo de indagación profunda entre el director y los actores, que son los constructores de su propia obra, donde el despliegue físico será vital:
“Uno de los valores fundamentales que tiene el trabajo con Sergio, es la precisión y el ritmo. Y eso hay que sostenerlo y hay que mantenerlo. Hay un nivel de concentración y de laburo coral. Charlamos siempre entre nosotros que en general en otro tipo de obra si alguno está caído de energía entonces otro pone garra y sale para adelante y suma, acá no hay manera. Es un laburo sumamente colectivo y de gran precisión sobre la base de lo que explicaba Sergio, desde su perspectiva como autor y director. Esa justeza es un entrenamiento colectivo que surge transitando los ensayos", dice Julio Cortés, parte del elenco además de ser dramaturgo y director de teatro.

La primera temporada realizada en 2016, el elenco estaba integrado por Patricia Calzada Valle, Julio Cortés, Pablo Cortez, Gigi Courtade, Julian Pinto, Ramiro Zurita
Para la temporada 2017, próxima a estrenarse este 12 de agosto, los roles femeninos han sido reemplazados, siendo la actriz Soledad Galarce quien los asume.



La vida es sueño y los sueños, sueños son


La obra está concebida para mostrar lo que nos esforzamos por esconder y sale de todas formas, de múltiples formas, desordenadamente para nuestra cabecita occidental y de calculadora de bolsillo.

“Otroska nos demuestra que necesitamos contarnos un cuentito, porque si no nos contamos un cuentito estaríamos perdidos y desesperados. Y de eso quiere hablar, en realidad, la obra. De nuestra necesidad de que las cosas encajen para no sentirnos desesperados. El público es el que está construyendo la obra, intentando armar ese cuento.”


Otra característica de la obra es su concentración en los diálogos. La palabra se muestra como una síntesis que no domina la escena sino que la compone con una fuerza innovadora:

“La dramaturgia es compartida con Jorge Huertas, Jorge ha sido un gran padre. Todo se ordeno a partir del trabajo con uno de sus textos. La obra es rítmica, hay una unión entre el texto y la musicalidad"


El segundo pilar fue observar el trabajo de Francis Bacon, - continúa Sergio Falcón -
Por eso la obra también es pictórica. Trabajamos mucho con el límite del reconocimiento del relato. Un equilibrio muy difícil de lograr. Jugar y probar con ese límite."

Y allí, en ese límite, en esa síntesis, la concentración de los actores es un pilar fundamental de la tensión de la obra. Pero, en este caso como nos cuenta Sergio, fueron los propios protagonistas los que fueron construyendo los textos. Por lo que la pregunta inevitable es porqué lo que surge de esa construcción es una historia de ansiedades, de dolores, de soledad:

“Yo creo que en este momento, cuando vas a lugares íntimos y profundos, salen las cosas que te duelen. Y a mi me parece que esa soledad aunque estemos uno al ladito del otro, ese no escucharse, esa cuestión tan angustiante me parece que es un reflejo de cómo nosotros estamos transitando esto, el discurso de la "meritocracia" individual por fuera de toda construcción colectiva, algo que necesitamos cambiar de alguna manera.Aunque no es la didáctica de la obra, ni lo intentó ser, pero aparecen esos lugares cuando vos profundizas, porque están metidos acá. (en la cabeza, en el corazón)" – nos cuenta Julio Cortés -

"Todo ese tiempo de investigación fue una experiencia muy interesante: correr de alguna manera el texto literario como un faro, evitar que el texto explique todo hasta hacer ociosa la presencia de los cuerpos, salir de lo 'actuado interpretativo' y radicalizarlo al punto al punto que lo hemos hecho con Otroska. Ha sido una experiencia muy rica para nuestros trabajos como actores. Algo que disfrutamos enormemente.”

“No hay, creo yo, otra forma de laburar que no sea desde la honestidad. Y en la honestidad aparece todo, hasta lo que uno no quiere que aparezca. Y te la bancas porque estás haciendo arte y capaz que no te la bancas charlando con un amigo, o te la rebuscas para disfrazarla y acá es el trabajo contrario. Pero claro que aparecieó mucho y vaya todo lo que ha quedado en el tránsito.Empezamos con Chéjov, seguimos con Beckett, fueron quedando retazos, detalles. Cada investigación nos enfrentó con muchísimas cosas y si bien gran parte de ese material, no integra hoy Otroska, eran necesarios para liberar la forma que logramos.”- concluye Julio.



No hay nada quieto en Otroska. Ni la luz, ni los cuerpos, ni las palabras
La oscuridad toma múltiples formas. Como topos, avanzamos en ella con una cautela superior. Atraídos por el misterio de aquello que no podemos ver, nos concentraremos en otros sentidos


Otroska, desnuda, en ese espejo roto, clama a los cielos coralmente su dolor, que es el dolor de todos. “Como el coro del teatro griego, que representa al pueblo” Sergio Falcón y Jorge Huerta supieron desde siempre qué esperaban de esta experiencia de investigación teatral: mirar de cerca un poco más el alma humana en este tiempo.

Lo han logrado efectivamente.



María Negro


Reestreno segunda temporada:
Sábado 19 de agosto – 23 hs.
Teatro El Grito.
Costa Rica 5459, Palermo.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Esa belleza, por John Berger

La marca de fuego de las mujeres dadaístas.

UN SOMBRERO DE ARROYOS